Disfunción eréctil, un problema con solución

En España entre 1,5 y 2 millones de hombres padecen esta pérdida de la erección. Debido a que la población vive más y con mejor calidad de vida, la vida sexual cobra una mayor importancia , lo que hace que se vuelva necesario el hecho de detectar los síntomas que producen esta patología.

El acto de la erección consiste en una dilatación vascular de las arterias peneanas, con un aporte masivo de sangre a los cuerpos cavernosos y que es retenida por el cierre de las venas, lo que provoca el aumento de tamaño y dureza del pene . Sin embargo, en la erección influyen más factores como los hormonales, neurológicos, sanguíneos, vasculares arteriales y venosos, además de los psicológicos que condicionan un comportamiento bioquímico a nivel de las células vasculares del pene y, por tanto, provocan la aparición de la erección.

Igual que son numerosos los factores que intervienen en esta erección, también pueden ser múltiples las cusas que produzcan la aparición de la disfunción eréctil. Diversas enfermedades ocasionan disfunción , en mayor o menor grado, siendo la hipertensión arterial y la diabetes las más frecuentes, pero también los medicamentos que se administran para tratarlas. Casos como cirugías abdominales , sobre todo las más agresivas y amplias al afectar los nervios y la circulación sanguínea de la zona, o causas psíquicas como el stress, las preocupaciones y el sentido de culpabilidad, entre otras, pueden condicionar su aparición.

Uno de los problemas de la disfunción eréctil es que el primer fallo del hombre hace que este vaya con miedo al fracaso en el siguiente intento, lo que precipita nuevos fallos que empeoran el acto. En este sentido, la pareja juega un papel muy importante , como desencadenante o agravante, así como, por el contrario, como curativo y de apoyo del hombre para ayudar a vencer el problema.

Los tratamientos de esta patología pueden variar según la causa que lo desencadene . En este sentido, es necesario eliminar el problema que origina esta falta de erección ajustando o cambiando la medicación que se toma para una enfermedad determinada y realizando una vida sana en la que se evite, por ejemplo, las agresiones que provocan el tabaquismo y el alcohol .

Así mismo, para mejorar la calidad de la erección, hoy día, se disponen de medicamentos, llamados inhibidores de la 5 Fosfodiesterasa, que condicionan un aumento de la vasodilatación peneana mejorando la erección. Estos tratamientos, de los que encontramos varios tipos, no producen una erección directa, sino que necesitan que se produzca un estímulo sexual para hacer efecto. Además, existen otros vasodilatadores que actúan de forma distinta a los anteriores. Se trata de sustancias vasoactivas cuyo principal grupo son las prostaglandinas, que se encuentran en forma de gel y que se usan bien en el interior de la uretra o bien en el orificio externo de la misma, así como inyectables para administrarla en el pene.

En casos avanzados, en los que no presentan respuesta a las medidas anteriormente expuestas, hay la posibilidad de usar las prótesis de pene , formadas por dos vástagos que se insertan en los cuerpos cavernosos, las más sofisticadas, disponen de un reservorio de líquido (suero fisiológico), insertado en el abdomen, una pequeña bomba de impulsión que se aloja en la bolsa de uno de los testículos, y de unos conductos que unen los tres cuerpos mencionados. Activando la bomba de impulsión pasará el líquido desde el reservorio a los cilindros originando una erección artificial . Una vez terminado el acto basta con activar un botón para que el líquido vuelva otra vez al reservorio, quedando nuevamente el pene flácido.

Como prevención de la disfunción eréctil, se aconseja llevar una vida sana , practicando ejercicio y evitando sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol, además de tratar de forma adecuada las patologías que aparezcan, consultando al médico para determinar el efecto sobre la erección que tienen los medicamentos que se suministren. Asimismo, es importante tener en cuenta que todo lo que suponga estrés y preocupaciones va en contra de una buena erección, siendo necesario acudir al especialista, andrólogo o urólogo, para poder concretar las causas. Si se determina que el problema es psicológico , se aconseja consultar con psicólogos especializados en sexología.