Cuidar la próstata, una asignatura pendiente entre los hombres en España

Desde el sevillano hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz , el equipo de la Unidad de Urología, encabezados por doctor José María Arribas , informan sobre la necesidad de tratar sus posibles enfermedades a tiempo para un correcto tratamiento. Pero, ¿qué dolencias son más habituales?

Según informa el doctor Arribas, la primera dolencia que encontramos es la prostatitis , una inflamación de la glándula que puede ser por infección bacteriana o sin ella. Aparece generalmente en hombres jóvenes , aunque esto no quiere decir que no las pueda sufrir un hombre añoso, pero es algo más raro.

La sintomatología que presenta esta enfermedad es variable, pudiendo cursar en los casos agudos con fiebre, incluso con escalofríos, dolor miccional y al eyacular. En los casos crónicos la sintomatología es más de tipo doloroso , con pesadez en la parte baja del abdomen, en el periné y en los testículos, pudiendo originar un deseo miccional intenso que le obliga a acudir a servicio con frecuencia y dificultad para orinar. Aunque los síntomas mejoran con el tratamiento, si la dolencia se convierte en crónica , puede volver a repetirse.

Para su prevención es fundamental evitar las relaciones sexuales promiscuas y sin protección . Asimismo, evitar la permanencia sentada por mucho tiempo procurando levantarse a ratos o, en caso de viajes largos, descansar una media de cada 2 ó 3 horas . En este sentido, los expertos indican que, si el paciente es aficionado al ciclismo, debe usar un sillín antiprostático para que no haya compresión sobre la próstata.

Otra de las dolencias más habituales es la hipertrofia de próstata o el crecimiento de la misma debido a la aparición de un tumor benigno : el adenoma. La aparición de esta enfermedad suele ser a partir de los 45 ó 50 años, siendo el crecimiento progresivo durante toda la vida. Ese crecimiento de tamaño es el que suele dar los síntomas de la misma: Orinar muchas veces durante el día, también por la noche, cambiando las costumbres del hombre en ese sentido.

En este sentido, suele aparecer dificultad para iniciar la micción y disminución de fuerza en el chorro de orina, pudiendo quedar un goteo tras terminar de hacerlo. Además, en ocasiones hay urgencia para orinar, lo que puede provocar incontinencia por no poder aguantar y llegar a mojar el pantalón. El doctor Arribas indica que puede haber complicaciones como son el sangrado o la retención urinaria , que obligaría a colocar una sonda uretral para poder evacuar la orina, o las infecciones de repetición.

El diagnóstico de esta dolencia debe realizarse en una clínica con una Unidad especializada , como es el caso del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, ya que se realiza una analítica, una ecografía urológica y una flujometria con la que se mide la fuerza del chorro miccional, valorando posteriormente si queda orina residual en la vejiga.

Esta enfermedad tiene tratamientos médicos que, actualmente, son muy efectivos y alivian la sintomatología. En los casos más graves en los que no hay mejoría en el paciente o surjan complicaciones, será necesario hacer un tratamiento quirúrgico que, además, cada vez es menos agresivo y, generalizando, consiste en reducir, extirpar o destruir esa hipertrofia que ha formado la próstata.

Los principales métodos son la resección transuretra l, por la cual, mediante un aparato, el resector, que lleva una cámara de video conectada a un monitor externo, se reseca, se corta dicha hipertrofia, electrocoagulando los vasos sangrantes. También se puede realizar la intervención por láser , con un fundamento similar al anterior pero con la diferencia que en vez de cortar el tejido, se fotovaporiza mediante la energía del láser. Tiene la ventaja que los pacientes sangran menos y la sonda que se pone tras la intervención, se puede retirar en 24-48 horas, siendo menor también el tiempo de estancia en el Hospital.

Asimismo, se puede utilizar la enucleación prostática , un método novedoso que usa un láser distinto, el Láser de Holmium . Con él no se vaporiza la próstata, sino que se extrae, mediante enucleación, todo el adenoma que se ha formado en ella. Es el mismo tipo de tratamiento que la antigua enucleación prostática que se realizaba con cirugía abierta. Está indicado en aquellos pacientes cuya próstata tiene gran tamaño y que no serían tributarios del láser verde.

El doctor Arribas se ratifica en la importancia de las revisiones para un tratamiento especializado y estudiado para cada paciente. Además, informa sobre los beneficios de determinados alimentos que actúan como protectores de la próstata: pipas de calabaza, frutos rojos y alimentos ricos en licopenos. Por su parte, aconseja la revisión anual por el especialista para determinar el estado de la glándula y como despistaje del cáncer prostático.