Problemas en la búsqueda de embarazo: ¿cuándo debo empezar a preocuparme?

El factor más importante para determinar la facilidad o dificultad para concebir es la edad de la mujer. Actualmente, la edad media de la maternidad ha sufrido un retraso ocasionando por múltiples factores, así como la necesidad en muchos casos de tener que realizar un tratamiento para conseguirlo.

La edad a la que se comienza a buscar la gestación es el principal hándicap a la hora de conseguir rápidamente un embarazo, principalmente por las alteraciones genéticas y funcionales de los óvulos con el paso de los años.

La situación de la mujer ha cambiado radicalmente en los últimos 40 años, su incorporación a la vida laboral, acentuada por la actual situación socioeconómica han sido uno de los principales causantes del retraso en la edad media para ser madre.

Frente a esto, explica el Dr. Francisco Carranza, ginecólogo y director médico de IFV, «No hay soluciones fáciles y con cada vez más frecuencia se recomienda preservar los óvulos para su eventual uso en un futuro o bien recurrir a técnicas de reproducción asistida de mayor complejidad». El especialista detalla técnicas como el estudio genético preimplantacional no invasivo o el tradicional mediante biopsia, así como recurrir al programa de rejuvenecimiento ovárico para compensar estas dificultades.

Aunque la edad sea el factor limitante más importante en la actualidad, hay multitud de factores que pueden también dificultar el embarazo, como son el deterioro de los parámetros seminales del varón (a veces oculto y otras veces fruto de enfermedades), las alteraciones en la funcionalidad de las trompas, fruto de infecciones, endometritis crónica o la existencia de miomas que con el paso del tiempo crecen y deforman la matriz.

El Dr. Carranza detalla que existen otra serie de entidades que son aún más difíciles de valorar, como el fallo de fecundación por un defecto en la función del espermatozoide o del ovocito, alteraciones genéticas en la pareja o sus gametos, patologías inmunológicas, entre otros.

También hay que tener en cuenta para la valoración del tiempo de búsqueda los antecedentes ginecológicos de la paciente; si se ha sometido a algún tipo de cirugía ginecológica, bien sea una intervención quirúrgica en sus ovarios que haya podido disminuir su reserva ovárica, haya tenido que realizar la extirpación de alguna de las trompas de Falopio o padece alguna patología ginecológica como pueden ser miomas uterinos, endometriosis, síndrome de ovario poliquístico, trastornos en su calendario menstrual, etc., el tiempo previo a la consulta o de espera espontánea de gestación debe ser menor.

Para todas estas eventualidades, el Instituto de Fertilidad Viamed realiza técnicas diagnósticas y terapéuticas basadas en los últimos avances científicos y tecnológicos para ayudar a corregir estos inconvenientes y hacer que la consecución del embarazo sea un proceso más rápido y eficaz.

El hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz cuenta también con una unidad de fertilidad natural(UFN), donde estudian la infertilidad desde un punto de vista inmunológico, analizando posibles desregulaciones del sistema neuroendocrino, disfunciones mitocondriales, alteraciones de la permeabilidad de las mucosas o sensibilidad a distintos estímulos (alimentarios, químicos, ambientales...).

Según la Dra. Sainz de Vicuña, ginecóloga especializada en fertilidad natural «Si la mujer es menor de 35 años y no existen patologías basales conocidas en ninguno de los miembros de la pareja que pueden suponer un problema, se recomienda un año de relaciones sexuales frecuentes sin método anticonceptivo antes de que la pareja deba preocuparse por ello teniendo una frecuencia mínima de tres o cuatro coitos semanales».

En cambio, si la edad de la mujer supera los 35 años, aun sin existir ningún problema, la pareja debe consultar si pasados seis meses de búsqueda activa de embarazo este no ha llegado. En casos normales, entonces seis meses serían suficientes para la consulta al especialista y el consiguiente estudio básico de fertilidad a la pareja.

Hay personas que por enfermedades crónicas deben recibir tratamientos médicos incompatibles con la gestación que deben ser retirados o en los que hay que bajar la dosis de los mismo repercutiendo o incrementando el riesgo del individuo para sufrir recaídas o recidivas de la enfermedad basal. En dichos casos, hay que realizar una 'gestación programada', de forma coordinada multidisciplinar entre los distintos especialistas para acortar el tiempo de búsqueda y con ello disminuir el tiempo sin tratamiento.