¿Cuál es la mejor hora para desayunar si queremos perder peso?

Si bien el contenido y los valores nutricionales de lo que tomemos para desayunar es muy importante, Tim Spector, profesor de epidemiología genética en el Imperial College de Londres, señala en esta ocasión que también resulta de gran relevancia el momento escogido para realizar esta primera comida del día.

De esta forma, cuándo desayunamos influye a la hora de ganar, perder o mantener peso. Según este estudio, la hora perfecta para ello son las once de la mañana, al menos en el Reino Unido. ¿A qué se debe esta elección? Los hábitos de vida han cambiado y actualmente se cena bastante más tarde, de forma que los británicos terminan de comer sobre las nueve de la noche.

De esta forma, «un desayuno a las 11 horas es la única forma de lograr 14 horas de ayuno», explica Spector, lo que ayuda al metabolismo y a la pérdida de peso. De hecho, seguir esta rutina durante varios meses puede contribuir a quitarse de encima entre 2 y 5 kilos. En este caso, acercar el desayuno al mediodía lo convierte en un brunch, si bien en España tendríamos que retrasarlo aún más dado el tardío horario de cena de nuestro país.

El profesor de epidemiología ha apuntado en el diario The Telegraph que una parte importante de la población británica se ha movido hacia horarios de comidas más continentales (o mediterráneos, en este caso), acercándose al de España o Italia, por lo que resulta lógico que, en consecuencia, cambien también otras rutinas para adaptarse a los nuevos hábitos.

Igualmente, destaca que el hecho de retrasar el desayuno es mucho más sencillo de mantener y eficaz en cuanto a sus efectos en nuestro organismo que otras prácticas dietéticas que en los últimos tiempos se han puesto de moda, como la dieta de ayuno 5:2, consistente en comer normal cinco días de la semana y los otros dos no consumir prácticamente calorías.

Sin embargo, esta teoría cuenta con sus detractores y con voces contrarias. Para algunos expertos, como Daniela Jakubowicz, autora de «The Big Breakfast Diet» y otros libros sobre dietética, la primera comida del día debe hacerse en cuanto nos despertemos, ya que «nuestro cerebro necesita energía de inmediato».

De hecho, la endocrinóloga venezolana asegura que es en ese momento cuando el cuerpo convierte todos los alimentos en energía en lugar de almacenarlos como grasa, algo que va en aumento a medida que pasan las horas de la mañana. El debate está servido.