La violencia del narco llega también a Sevilla a través del Guadalquivir con el tiroteo de Isla Mayor
La Fiscalía de Andalucía viene avisando del constante «acometimiento contra miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad y el hallazgo de armas de guerra con mayor frecuencia»
La Policía Nacional continúa buscando a los autores del tiroteo de Isla Mayor saldado con un agente herido de bala
Herido un policía nacional por disparo de arma de fuego en Isla Mayor mientras realizaba un seguimiento a un grupo de narcos
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Iniciar sesiónEl nuevo caso del agente de la Policía Nacional herido de bala cuando participaba en un dispositivo contra las organizaciones del narcotráfico en Isla Mayor, municipio escenario de otras intervenciones similares en el pasado, da un nuevo giro de tuerca, y a peor, en ... la complicada lucha policial contra las redes de tráfico de sustancias estupefacientes.
Ha sido en una agrupación de naves industriales levantadas de manera irregular en el camino rural denominado carretera de los Toruños, a un kilómetro escaso del casco urbano de Isla Mayor, entre arrozales inundados de agua y angostos caminos agrícolas, salpicados de canales.
Este agente de la Policía Nacional, en concreto del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco), participaba junto con otros efectivos en una operación de vigilancia y seguimiento a un grupo de delincuentes dedicados al narcotráfico, cuando los miembros del grupo criminal habrían detectado la presencia de los investigadores, procedentes de Cádiz.
Los miembros del grupo criminal, lejos de respetar la autoridad implícita en la presencia policial, habrían comenzado a abrir fuego, con el resultado de un agente herido por impacto de un disparo de arma de fuego. Según la Unión Federal de Policía, los citados delincuentes habrían disparado a los agentes con rifles de guerra modelo AK-47.
A partir de ahí, mientras el agente era evacuado de urgencia a un hospital de Sevilla, siendo operado del disparo encajado en la ingle y quedando en situación estable dentro de la gravedad, sin que en principio se tema por su vida; la Policía Nacional desplegaba un importantísimo operativo con decenas y decenas de vehículos y agentes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), el Grupo Especial de Operaciones (GEO) y de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO), así como un helicóptero y drones.
Mientras la Policía Nacional sigue buscando a los autores de esta agresión a uno de sus efectivos, la situación supone un preocupante paso más hacia adelante de los clanes de la droga, que si bien en otras ocasiones ya habían respondido con disparos de la actuación policial, esta vez elevaban la violencia hasta el peldaño de dejar a un efectivo herido grave por impacto de bala.
No sobra recordar quizá que ya en marzo de 2024, durante una operación de la Policía Nacional saldada con el arresto de 15 personas y el desmantelamiento de una red que operaba desde Lebrija, introduciendo hachís a través del rio Guadalquivir; los agentes protagonistas de aquella actuación afrontaron una ráfaga de 16 disparos con un fusil de guerra Kalashnikov AK-47, intervenido junto con 3.388 kilos de hachís, munición y otros efectos.
La nueva situación suscitada en Isla Mayor pone así de relieve el recrudecimiento de la violencia de los grupos del narcotráfico, con un caso que se suma a la impunidad demostrada por tales clanes con la navegación de narcolanchas por el río Guadalquivir en los meses previos a este tiroteo, despertando todo un debate social, político e institucional sobre la actividad de estas bandas y los recursos con los que cuentan los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado para luchar contra ellas.
No sobra recordar quizá que las asociaciones de Guardias Civiles y voces de la política y la sociedad vienen reclamando la restitución del que fuera Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico, el grupo especializado OCON-SUR del Instituto Armado, disuelto en 2022; mientras el Gobierno central asegura que los efectivos que conformaban este grupo siguen luchando contra el narco desde otras unidades.
En cualquier caso, en la memoria de la Fiscalía de Andalucía correspondiente al año 2024 destaca entre sus no pocos avisos que «el panorama en Andalucía dista mucho de haber mejorado en 2024. El hachís sigue teniendo su entrada principal por vía marítima, habiéndose diversificado las descargas por todas las zonas de la costa de Andalucía, manteniéndose el uso de embarcaciones de alta velocidad como principal vía de entrada de cantidades muy elevadas en cada alijo. Persisten los graves problemas para interceptar este tipo de embarcaciones por parte de las fuerzas de seguridad, produciéndose situaciones de peligro para la vida y la integridad física» de los agentes.
Este aviso tiene su lectura particular en Sevilla, por la citada navegación de narcolanchas por el río Guadalquivir y a plena luz del día. Las principales asociaciones de agentes de la Guardia Civil, en ese sentido, no dudan de hablar de una situación de auténtica «impunidad» de los traficantes gracias a las potentes narcolanchas con las que cuentan, reclamando la creación de un servicio de patrulleras para el río Guadalquivir al objeto de combatir la actividad de los clanes, entre otros de los muchos aspectos que solicitan para hacer frente al narco en mejores condiciones.
El máximo exponente de esta situación, obviamente, lo constituye la muerte de dos guardia civiles asesinados al ser arrollada su zodiac por una potente narcolancha en el puerto de Barbate (Cádiz) en febrero de 2024, un caso que conmocionó a la sociedad en su conjunto. Ahora, en Isla Mayor, se ha vivido una situación que ha estado cerca de una nueva tragedia.
«Se mantienen las situaciones de acometimiento y violencia contra miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad y el hallazgo de armas de guerra con mayor frecuencia», agrega la Fiscalía en su memoria de 2024.
Y por si fuese poco, la Fiscalía General de Andalucía advierte seriamente en su informe de que «otro factor de alerta grave es el elevado crecimiento del tráfico de cocaína usando estas embarcaciones de alta velocidad y las mismas rutas que las del tráfico de hachís, al menos la misma forma de transporte y entrada en nuestro territorio y por las mismas organizaciones, asentadas en el Campo de Gibraltar y en la Costa del Sol», desde donde operan también en el eje que constituye el Guadalquivir.
«Lo que desde hace unos tres o cuatro años era algo anecdótico se ha convertido en los últimos meses de 2024 en habitual y lo que es peor, de elevadas cantidades, diez toneladas en apenas dos semanas entre diciembre y enero de 2025 han sido intervenidas en zonas colindantes con el río Guadalquivir y el Guadiana», llega a aseverar la Fiscalía con relación al año 2024; mientras las autoridades insisten en las actuaciones policiales desplegadas para cortar esta vía fluvial de introducción de drogas.
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