La «histórica» pesadilla de las riadas en El Palmar de Troya

Según ha manifestado el alcalde de la ELA, se trata de una vieja reclamación que la junta vecinal y los pequeños agricultores de las Parcelas de Troya vienen realizando a los responsables de la CHG desde hace décadas, ya que el Salado de Morón, al carecer de cauce suficiente para soportar el desembalse de la presa, se desborda e inunda sus campos y casas, con las consiguientes pérdidas de enseres, animales y cultivos, además de poner en riesgo la vida de los vecinos «que tienen que abandonar sus viviendas a toda prisa».

Por ello, Juan Carlos González ha pedido de nuevo a la CHG una actuación de urgencia en el cauce del río , aguas abajo, para que lo dote de una mayor sección con capacidad suficiente para recoger todos los caudales.

Ha reclamado además la construcción de muros de defensa del perímetro urbano ; el desvío del arroyo de Los Molares y la redimensión de los tableros de los pasos que obstaculizan y provocan desbordamientos, entre otras obras. «Que la presa alivie agua no es el problema, sino la falta de limpieza del cauce del río», aseveró.

En este sentido, González afirmó que desde hace más de dos décadas, la CHG no ha hecho nada en el Salado para solucionar el problema , pese a la buena disposición de los comisarios y con unos proyectos previstos, que no llegan a materializarse por falta de presupuestos.

«Ante esta situación, ha sido la comunidad de regantes Torre del Águila la que ha limpiado el cauce del Salado y las pasarelas para evitar males mayores de cara a las grandes avenidas de agua que hemos recibido».

El último episodio de inundación lo vivieron los palmareños hace justo una semana, cuando el desembalse del pantano Torre del Águila desbordó el río Salado , aislando la zona agrícola de El Palmar.

Tras una reunión de urgencia, la junta local de Protección Civil de Utrera activó entonces el dispositivo de preemergencias , y se preparó para actuar en las zonas inundables, como el desalojo de las Parcelas de Troya y el corte de la carretera de Guadalema de los Quintero, además de avisar que incluso podría quedarse incomunicada la pedanía de Pinzón.

Ese mismo día, según el regidor de la ELA, efectivos de Bomberos y Guardia Civil tuvieron que desalojar seis familias de las Parcelas de Troya, al ser anegadas por el desbordamiento del embalse, repitiéndose el mismo episodio del desalojo que en fechas anteriores.

Los dos puntos más críticos de la riada fueron junto a la carretera A-394, en la confluencia del Salado de Morón y el arroyo de Los Molares , (a un centenar de metros de la pedanía) y en la zona agrícola de las Parcelas de Troya.