El homenaje que más le hubiese gustado a Manuel Herrera

Víctima de un cáncer, Manuel Herrera abandonó el mundo de los mortales viendo cumplido uno de sus mayores sueños: llevar el flamenco a las aulas andaluzas . Con ese anhelo creó junto al cantaor Calixto Sánchez , el guitarrista José Antonio Rodríguez y el maestro de educación musical Antonio Cremades un temario («Música 1 a 6 de Educación Primaria. Del flamenco a todas las músicas») para que se impartiera en la asignatura de música, un proyecto que aprobó la Junta de Andalucía y que desde 2015 incluyen numerosos colegios de la comunidad autónoma como libro de texto de música.

Pese a que tras muchísimo trabajo finalmente llegó a materializarse dicha idea, el propio Herrera siguió hasta el último de sus días reivindicando un mayor protagonismo del flamenco en los centros educativos, como demuestra en el prólogo del libro «Los Manantiales hablan de sí mismos» (obra publicada recientemente y que contiene el que a la postre ha sido su último texto): «Las instituciones públicas tienen por ley la obligación de incluir la cultura andaluza, y el flamenco como manifestación más original y genuina, en los currículos escolares».

Es indudable que su gran labor didáctica y divulgativa en pro del flamenco no ha caído en saco roto. Un bello ejemplo lo encontramos en la evocación a su figura que varios colegios de Los Palacios y Villafranca le han dedicado esta semana con motivo del Día Internacional del Flamenco , entre ellos el CEIP Cervantes, donde ejerció como maestro de lengua durante varias décadas y donde siempre que podía sacaba el flamenco a relucir.

Destaca sobremanera el montaje que ha elaborado el colegio Picasso , ya que refleja a la perfección que aquella semilla va germinando satisfactoriamente. En el vídeo (que acompaña esta información), presentado por la cantaora Argentina , además de hacerse un breve recorrido biográfico por la vida de Herrera, toman el protagonismo numerosos alumnos del centro de muy corta edad, quienes hablan sobre el flamenco y definen conceptos como el quejío o el baile , y se atreven, incluso, a cantar. Asimismo, de la mano de numerosos artistas locales (Itoly, Miguel Ángel Carmona, Nieves Itoly, Niño del Fraile, Anabel de Vico, Juanelo, María José y Reyes Carrasco, Manuel Tapia y Miguel Ortega) hacen un recorrido por diferentes palos como la soleá, la seguirilla o las bulerías.

Pese a ser un hombre poco dado a homenajes y a acaparar el protagonismo, a buen seguro que este concretamente sí le hubiera hecho especial ilusión. Y es que, sin duda, ver a dos niños debatir en clase acerca del ritmo y los tiempos de las alegrías es un síntoma irrefutable de que el sueño de Manuel Herrera, en el fondo, sí se ha hecho realidad.

A estos reconocimientos ya consumados hay que unir los que se le harán próximamente, destacando el que llevará a cabo el Ayuntamiento de Sevilla por ser «figura imprescindible de la Bienal de Flamenco», un acto ya confirmado pero del que aún se desconoce la fecha. En este sentido, cabe recordar que junto con Paco Cabrera, Herrera fue quien propuso la creación de un magno evento flamenco de carácter bienal en Sevilla, iniciativa que fue muy bien acogida por el Ayuntamiento en 1979 y que supuso el inicio de la Bienal de Flamenco con José Luis Ortiz Nuevo como concejal de Cultura.

El propio Manuel Herrera llegó a dirigir tres ediciones entre 1998 y 2002 y pasó posteriormente a formar parte de su consejo asesor. Además, siguió durante los siguientes años destacando como activo programador del arte jondo en calidad de director del ciclo los «Jueves Flamencos» , al frente de los cuales se mantuvo durante dos décadas, y de «Conocer el Flamenco», ambos auspiciados por la Fundación Cajasol.