La Guardia Civil detiene al «loco del chándal» por intentar matar a dos mujeres sexagenarias

El modus operandi, de Manuel González , beneficiado por la «doctrina Parot» con una excarcelación anticipada, era atacar a sus víctimas con un cuchillo o cualquier punta afilada por la espalda y con la prenda deportiva de la que toma su apodo. González fue diagnosticado por los equipos psiquiátricos con parafilia sádica , lo que significa que disfruta viendo sufrir a las mujeres. No se sometió a tratamiento y los médicos consideraron que en cualquier momento podía volver a delinquir .

En el operativo también ha sido puesto a disposición del Juzgado de Cazalla su hermano José González González , por cómplice de intento de asesinato.

Los dos hermanos han sido llevados a los calabozos de la Guardia Civil en la localidad sevillana de La Rinconada . En el operativo que comenzó este lunes a las siete menos cuarto de la mañana han participado más de medio centenar de efectivos de la Benemérita.

Tras nueve meses de exhaustiva investigación por el puesto de la Benemérita de Almadén, esta tiene indicios suficientes para acusar al «violador del chándal» como presunto autor intelectual y material de dos incendios en la localidad sevillana con la finalidad de acabar con las vidas de las personas que se encontraban dentro de las casas.

El primero tuvo lugar en la madrugada del 14 de mayo de 2016 en casa de Lucía Atanasia y el segundo en la vivienda de María Dolores, juez de paz de la localidad, el 12 de marzo de este año. Ambas vivían solas y padecen problemas de movilidad, con una invalidez que apenas les permite andar a pequeños pasos y con ayuda de muletas.

Cabe reseñar además, que durante la investigación del sargento instructor y jefe de la unidad en Almadén, el « violador del chándal » hizo graves amenazas de muerte contra su persona. Esto, lejos de intimidarle, le dio más fuerzas para seguir con el caso convencido de que Manuel González no tramaba nada bueno.

Los dos incendios se produjeron de forma similar , de madrugada, con acelerantes de gasolina y aceite arrojados en el interior de los domicilios y con el viaje «express» desde Barcelona del presunto autor de estos hechos, Manuel González González, el cual, una vez realizadas sus fechorías , salía del pueblo para no levantar sospechas.

José Luis Vidal Ruiz relata para ABC el «calvario que hemos tenido que sufrir yo y mi familia» hasta que este hombre no se ha puesto en manos de la Justicia. «Cuando en 2013 se convocó una concentración delante del Ayuntamiento -relata el ex regidor- yo lo único que hacía era ser el portavoz del sentir mayoritario del pueblo, teníamos miedo de que el asesino no se reinsertase; aquí en esas fechas no había ni Policía Local y el cuartel de la Guardia Civil se había cerrado un año antes». «Yo incluso le dije al «violador del chándal» que si mostraba buena voluntad le buscaría como alcalde un trabajo para ayudarle , pero desde entonces se desató una espiral de odio que no ha parado; nosotros hemos vivido en el terror hasta que en 2016 vino un sargento de la Guardia Civil que es un profesional como la copa de un pino. Mientras tanto, hemos sufrido pavor con este individuo», expone Vidal Ortiz, hasta «el punto de querer matar a mis hermanas».

«El primer ataque personal contra mí fue el 28 de agosto de 2015, yo había perdido las elecciones municipales y en plena calle se lió conmigo a puñetazos y me rompió las gafas mientras gritaba: « te voy a matar a ti y a tu familia ». Luego dos meses más tarde fue en la gasolinera de mi pueblo cuando los dos hermanos me agredieron , me tiraron al suelo y allí me dieron una soberana paliza con patadas incluídas», relata el ahora portavoz de la oposición municipal. «Más adelante, con una orden de alejamiento impuesta por el juez , siguieron los ataques contra mis bienes personales, primero contra mi casa, a la que por tres veces le ha roto las tres puertas de cristales y luego contra mi coche, al que también en tres veces le ha roto las lunas; luego se ensañó con pintadas en la fachada».

Preguntado sobre si tiene denuncias de cada una de estas acciones del «violador del chándal» el ex regidor afirma que sí, aunque lo difícil era recabar el apoyo de testigos que habían visto las agresiones «dado el terror impuesto por este hombre, ya que todo el mundo le huye».

El año pasado Manuel González González subió un paso más en su escalada de violencia e intentó quemar la casa de su hermana Lucía Atanasia, de 67 años, con ella dentro. «Afortunadamente esa noche había llovido y estaba todo húmedo, aparte de que los techos de la vivienda son de bóveda y el fuego no se extendió », relata a este redactor.

Caso distinto fue el fuego un año más tarde en casa de la juez de paz, su otra hermana, donde las vigas eran de madera. «La providencia quiso que tres chavales jóvenes que venían de copas pasaran en ese justo momento por ahí, si tardan tres minutos más María Dolores (63 años) no viviría, fue un puro milagro », expone por fin tranquilo el ex regidor popular.