La Guardia Civil busca al pirómano de El Castillo de las Guardas

De hecho, en esta zona de la provincia se llevan contabilizados 30 incendios forestales entre el verano pasado y éste, algo que no permite mucho margen a las casualidades. En este último caso, los responsables de la investigación están realizando los análisis oportunos para trasladar el asunto a los juzgados de Sevilla capital, tal y como ya se ha hecho con todos los ocurridos en El Ronquillo estos dos últimos meses y del año anterior. En este sentido, fuentes de la investigación explicaron a ABC que en el fuego originado el domingo se detectaron varios focos; al menos, dos principales. De hecho, cuando se estaba interviniendo para apagar el primero de los fuegos en la finca La Jarilla , el retén se vio sorprendido por otro incendio justo a su espalda, paralelo al inicial, lo que da una muestra inequívoca de que estaban metiéndole fuego al campo desde varios puntos.

Uno de los operarios que trabajaron en la extinción del fuego narraba lo sucedido con bastante elocuencia. «El que metió fuego a aquello sabía perfectamente qué hacía y cómo lo hacía —indicaba—. Es alguien que conoce bien la zona y quería hacer el mayor daño posible. Cuando trabajábamos en apagar el primer frente surgió otro por detrás, algo peligrosísimo por las condiciones de viento cambiante que teníamos el domingo. El que fuera o los que fueran estaban jugando con nosotros , riéndose de todos y pudo habernos cazado como a alimañas por culpa del aire». Alguno de los lugareños, por otro lado, también apuntaba la opción de que hubiera «no sólo dos sino tres o cuatro focos justo en el momento en que más soplaba el viento». «Además, es evidente que esos fuegos se generaron con mechas, sólo hay que ver el humo negro que salía al principio», añadía.

Fuentes autonómicas, por otro lado, defendían la actuación del Infoca ante las críticas de muchos de los residentes por lo que consideran negligencia y lentitud en la actuación del domingo, a causa de la cual, opinan, «el fuego no fue apagado al principio, en la zona de pastos, donde con un simple retén se hubiera extinguido en una hora». Algunos propietarios se quejaron amargamente de que «se dejó arder mucho campo» mientras «casi todos los efectivos estaban en Valdeflores», un núcleo de población. Esas fuentes apuntaban que se siguió estrictamente el protocolo marcado cuando se decreta un «nivel 1», que da absoluta prioridad a la protección de civiles y viviendas antes que al propio monte o los animales que allí hay (en este caso fueron muchos los que perecieron por las llamas), motivo por el que la mayor parte de los bomberos estuvo en la zona donde había más casas. Unos 80 vecinos de los núcleos de La Archidona y La Alcornocosa fueron desalojados el domingo de sus casas y este lunes por la tarde pudieron ya regresar.

 Sobre esa intencionalidad del fuego ya habló el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal , que tildó a los autores de «terroristas medioambientales» y se mostró «convencido» de que el trabajo de los investigadores dará sus frutos. No fue así el año pasado con los siniestros en El Ronquillo, ya que las investigaciones de la Guardia Civil no sirvieron para definir a los responsables de la decena de fuegos en dicha zona.

Al hilo de ello, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz , destacaba ayer el «intenso trabajo para buscar a los culpables» de «los reiterados incendios en estos municipios de Sevilla. Subrayó Sanz que se está realizando «un seguimiento especial» a los siniestros que se están produciendo en esta comarca. «Hay esperar al resultado de la investigación antes de hablar de un sospechoso en concreto, no obstante, ya que no se pueden sacar conclusiones de antemano», matizó.