La crisis ataca a las ferias de Sevilla
Los empresarios feriantes advierten que el sector ha caído en la provincia «más de la mitad» en el último año. Gelves, el último pueblo en suspender su feria
Los Ayuntamientos no están para fiestas . La situación de emergencia económica que sufre el conjunto de los municipios de la provincia de Sevilla sigue pasando factura, tanto que, de un plumazo, algunos se han visto obligados a suprimir la celebración de sus festejos locales.
La crisis ya se llevó por delante otras ferias como las de Palomares del Río, Aznalcóllar, Mairena del Aljarafe o Castilleja de Guzmán . Ahora, los forzosos recortes que se vienen realizando en gastos de personal y salarios, tocan irremediablemente la parte festiva de los pueblos obligados a asumir medidas de ajuste que suponen en la mayoría de los casos una reducción en los gastos lúdicos de, al menos, el 30 por ciento, según fuentes consultadas al efecto.
El debate ciudadano abierto en torno a la celebración o no de la feria incluso para 2012 ya se está dando en algunos municipios. Es el caso de Bollullos, uno de los últimos en confirmar la suspensión de su feria por la asfixia económica de los caseteros —no se llegó a confirmar ni la mitad de las casetas que funcionan en el real— lo que hacía «injustificado» un gasto tan elevado como el de 200.000 euros.
Benacazón anunció por su parte hace apenas dos días que tampoco celebraría su fiesta prevista para principios del mes de agosto, como «medida de ahorro». Los que resisten valoran que la fiesta supone «un balón de oxígeno» para el empresariado local. Ocurre en el municipio de Gelves que, pese a confirmar que no contará con su tradicional feria, el Ayuntamiento gelveño sí ha decidido seguir celebrando a finales de agosto, sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen de Gracia, prescindiendo de los gastos «extras» que trae el real ubicado a las afueras del casco urbano. La medida supondrá un ahorro cercano al 75 por ciento, según cifraron fuentes municipales, con respecto a 2010, unos 90.000 euros. «Se ofrece a los vecinos una oportunidad única para el reencuentro con más actividades deportivas y culturales, además de la ofrenda popular de nardos a la Virgen y su salida procesional, al mismo tiempo que se brinda un respiro al empresariado local, ya que el ambiente se trasladará a la calle Real del casco», explican.
Temporada alta
Es en los meses de verano donde el calendario de la provincia recoge la temporada alta de las ferias de los pueblos. Son más de una veintena los que han tenido que encajar gastos —algunos como los ayuntamientos de Los Palacios o Utrera sí sostienen presupuestos similares a años anteriores— para sacar adelante el festejo activando «rebajas» en partidas, principalmente, destinadas a actuaciones musicales, alumbrado y pirotecnia.
Para hacer los presupuestos más austeros, cada ayuntamiento idea fórmulas para apretarse el cinturón .En algunos de los casos, llevan poniéndose en práctica desde hace varios años. De hecho, el Ayuntamiento de Lebrija, que celebrará su feria del 8 al 12 de septiembre, suspendió primero el tiro al plato y la suelta del toro y este año, ha decidido no editar un libreto de feria con lo que se ahorrarán un total de 30.000 euros. Ahora gastan, dicen, la mitad que hace cuatro años.
En la mayoría de los municipios, reconocen que la supresión de la feria no resulta viable por sus efectos colaterales . Ocurre precisamente en la localidad lebrijana, donde la eliminación del festejo supondría un varapalo económico más para las firmas de catering, de gran arraigo en el municipio. Sucede también en Constantina, cuyos gastos de la feria se traducen en «promoción y empuje» del sector servicio y turístico, además de generadora de empleos directos. Aun así, habrá un ahorro del 30 por ciento —compensando con los ingresos, a las arcas municipales les cuesta la feria «unos 50.000 euros»— descartando los fuegos artificiales y rebajando las actuaciones. Tampoco la iniciativa privada sacará a flote este año los espectáculos taurinos.
Otros aseguran estar haciendo «magia» para celebrar la feria . En Bormujos se preveía una caída del 35 por ciento en la partida presupuestaria, unos 110.000 euros, destinada a la feria. Pulso a los proveedores para que economizaran sus servicios al tiempo que se unificaron módulos de casetas para dar salida a las peñas y asociaciones y evitar así que se quedaran vacías. El año próximo incluso habrá un referéndum local para debatir el cambio de fechas e impulsar de paso, el número de visitantes.
No obstante, la feria de Bormujos cerró ayer sus puertas con un balance «muy positivo, a pesar de la crisis» , según su alcaldesa, Ana Hermoso, quien «agradeció a los caseteros, peñas, hermandades y asociaciones su entusiasmo y apoyo, que han dado grandeza y colorido a unas fiestas complicadas de organizar por los momentos económicos que estamos viviendo».
Festejos reducidos
Otros botones de muestra de la reducción «sustancial» que sufrirán los festejos de la provincia son las feria de septiembre de Morón de la Frontera con un bajón de gastos, que también se dará en Écija, y que girará en torno a un 25 por ciento. Más medidas de austeridad en la programación y exornos , ejecutará el ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan que destinará a su feria, también en septiembre, 20.000 euros menos que en 2010 que contó con 55.000 euros. Ahorro energético y económico extra con un cierre del real a las 5 de la mañana y la supresión de los fuegos artificiales. Así se ha visto también La Algaba, que celebrará su feria del día 14 al 18 de septiembre teniendo que hacer «un importante esfuerzo de ahorro», tanto en los festejos taurinos, conciertos, el alumbrado, y los fuegos artificiales, y eliminará la caseta municipal, la portada y la iluminación en las calles aledañas, según informó el equipo de Gobierno socialista, que sigue las medidas de ahorro que ya iniciara el pasado año.
Caída del sector
La situación de ahogo financiero de los consistorios está arrastrando igualmente a los sectores vinculados a la celebración de las ferias de los pueblos. La primera medida pasa por disminuir las actuaciones . En las fiestas venideras acudirán bandas más económicas donde antes tocaban figuras de primer nivel, o artistas que exigen un menor caché. Desde «PR Música Management» advierten en este sentido, que el número de contrataciones ha bajado en un 40 por ciento. La salida pasa por buscar alternativas y ofertar «más servicios a menor precio» con un coste «adaptado» a la demanda actual.
Así, el desplome de la inversión fundamentalmente en orquestas, alumbrado y pirotecnia se ha venido acentuando de manera «drástica» en los últimos cuatro años. El responsable de la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Antonio Palacios, reconoce el «fuerte detrimento» del gremio que, a su juicio, se siente «asustado» por la caída directa de ferias y del ajuste aplicado a las que aún se resisten. «El ritmo que llevamos es malo porque los ayuntamientos priorizan y el ocio se queda a la cola, desde las atracciones hasta los fuegos artificiales y las casetas de recreo», lamenta Palacios. De hecho, asegura que «donde se montaban 34 casetas de juego, ahora no llegan ni a 20, y van bajando» por lo que el volumen de negocio ha bajado en el último año «más de la mitad».
Categorías
La situación en declive del gremio está haciendo , según Palacios, que se reclamen a los consistorios una rebaja en el coste de las tasas obligatorias para cada celebración. Pagan, dice, entre 8.000 y 60.000 euros en función de la «categoría» de la feria. «Ellos dicen que tampoco están para rebajas, pero lo que sí es verdad que los pueblos de Sevilla son más difíciles con respecto a provincias como Cádiz que es más comercial», sentenció el responsable de la asociación de feriantes.
Cuestión aparte es la efectividad del pago. Los ayuntamientos son «malos pagadores» y a su vez, perjudica «seriamente» la situación financiera de los empresarios. Lo advierten expertos del sector que aseguran que los abonos se hacen, como mínimo, a un año vista . El gasto, dicen, se ha «adaptado» hasta reducirse en un 80 por ciento en los últimos tiempos. «Antes eran espectáculos de 5.000 euros y ahora son de 1.500 euros», indicaron desde Pirotecnia La Mecha.
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