Cazalla, el «país» del aguardiente

El libro debe su nombre al periodista decimonónico Carlos del Río de El Liberal de Madrid, que titulaba « El país del aguardiente, Cazalla, Guadalcanal, Constantina » una crónica de viajes fechada el 25 de junio de 1895. El volumen es fruto de cuatro años de investigación en el que el autor, «ha descendido durante horas y meses a los incómodos e intransitables archivos», tal y como señala Antonio Carmona Granado , historiador, en el prólogo del libro.

Salvador Jiménez Cubero no es historiador sino un profesor de Biología ya jubilado, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional como docente en el IES El Carmen del municipio. La idea de escribir el libro surge «ante la ausencia de referencias escritas que abarcaran la producción de vino y aguardiente desde sus inicios hasta la actualidad en Cazalla », comenta el autor a ABC Provincia.

El libro no sólo está centrado en el aguardiente, sino también en la historia del vino y el arrope en esta localidad. « El arrope era un gran desconocido para mí y creo que también para la mayoría de los cazalleros, pero este derivado del vino obtenido por la deshidratación del mosto también se comercializaba en Cazalla», añade Salvador Jiménez

Fechas, nombres de empresarios y sociedades, tratos y contratos, marcas y ubicación de instalaciones, vertebran, como indica el prólogo, las páginas de este libro .

«Una de las cosas que más me ha sorprendido en estos años de investigación es la abundancia de sociedades comerciales establecidas a finales del siglo XI X y en el primer cuarto del siglo XX, para la fabricación y la comercialización del aguardiente en Cazalla», señala Salvador.

No en vano, según recoge el libro en sus anexos finales, entre el siglo XVII y el siglo XXI se han localizado 67 fábricas diferentes en el casco urbano del municipio y algunas más en haciendas y lagares. Anís Kruger, Anís Machaquito, Anís Cazalla, Anís Torre del Oro, Anís Triunfante, Giralda o Anís Clavel y Anís Miura, que son los que llegan a nuestros días, son sólo algunos ejemplos de las marcas que dieron tanta fama a este licor fabricado en Cazalla.

El libro, que es una autoedición del propio autor, ha sido posible también gracias al patrocinio del Ayuntamiento de Cazalla y del Fondo de Publicaciones de la Asociación Cultura José María Osuna. Este fondo se creó a raíz de la publicación del libro «Cazalla de la Sierra, Naturaleza e Historia» en 1995, de Antonio Carmona y Salvador Jiménez.

El dinero de las ventas de ese libro se destinó a este fondo para que cualquier cazallero que quisiera publicar un libro tuviera como hacerlo, con la condición de que la recaudación por las ventas volviese a revertir en el siguiente.

«Cazalla de la Sierra, El país del aguardiente» , se presentará este viernes a las 19.30 en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura de Cazalla, aunque como indica Salvador Jiménez « no se trata de un punto final, sino de un punto y seguido que de pie a otras investigaciones que pongan más luz a este capítulo de la historia cazallera»