El río Corbones se desborda mientras la CHG seguía desembalsando agua del pantano de La Puebla de Cazalla
El martes se registraron cortes en la carretera que va de Guadajoz a Alcolea del Río y, un día después, se activó la alerta nivel rojo por la subida de su cauce en Lora del Río
El embalse de La Puebla de Cazalla tira agua pese a estar al 6,3% de su capacidad

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) cerró este martes las compuertas del embalse de La Puebla de Cazalla. Para entonces, el río Corbones ya registraba riesgo de desbordamiento en varios puntos de su recorrido. El primero provocó el corte ... de la carretera SE-9001 a su paso por Guadajoz camino de Alcolea. Un día después, este miércoles, era el único río con alerta nivel rojo en la provincia de Sevilla a su paso por Lora del Río.
Los vecinos de La Puebla de Cazalla que en las últimas semanas han visto el río Corbones, no entendían que la CHG siguiera desembalsando agua. Su caudal llevaba un buen nivel antes de que llegara la borrasca Jana el pasado fin de semana. Cuando empezaron a intensificarse las lluvias, siguieron sin entender esta decisión porque su efecto provocó que el caudal del río, a su paso por el término municipal de La Puebla de Cazalla y Marchena, superara su cauce y alcanzara cotas que hacían peligrar carreteras y caminos, el agua iba rozando la altura de los puentes.
El primer desbordamiento del río Corbones se produjo en una zona más baja. Después de que durante unas horas la tormenta descargara a última hora de la mañana en Carmona, la Policía Local de este municipio, tuvo que cortar la carretera SE-9001, este río había inundado un tramo de la vía que está una vez pasa Guadajoz dirección Alcolea del Río.
Un día después, el mapa de la página web de la Confederación indicaba que el nivel del caudal del río Corbones, a su paso por Lora del Río, alcanzaba casi los cinco metros, exactamente 4,76, con un caudal de 41,99 metros cúbicos por segundo. Era el único punto de la provincia en el que se había activado ese día la alerta de nivel rojo. La misma página indicaba que el río Guadaíra a su paso por Arahal, en alerta de nivel rojo el día anterior, había vuelto a la normalidad alcanzando un nivel de 1,86 metros en su cauce. Y sólo estaba en alerta nivel naranja el río Guadiamar, con 2,46 metros de altura, en Aznalcázar.

Desde el 3 de marzo al 12 de marzo, el volumen de agua del embalse de La Puebla de Cazalla ha pasado de algo menos de 3 hectómetros cúbicos a 4. Esto supone que se ha duplicado el tanto por ciento de agua embalsada con respecto a la capacidad que contiene esta infraestructura (63 hm3). El embalse en una semana ha registrado una subida pasando de estar del 3,352 por ciento de su capacidad al 6,737 por ciento.
Hasta ese día y durante los últimos meses, la CHG desembalsaba más de 200 litros por segundo sin parar. Según informaron a este medio, ha sido por mantener el caudal ecológico y abastecer a los agricultores de la Comunidad de Regantes del Río Corbones, en función a lo que marca la Ley de Aguas. Pero esta decisión no se entendía por parte de los afectados porque desde septiembre llueve regularmente y se han recuperado arroyos, ríos y tierras de labor aliviando considerablemente las consecuencias de la sequía registrada en los últimos años.
En esta misma línea, agricultores y ganaderos de la zona se lamentan de que hayan tenido que desbordarse los ríos y arroyos para que la CHG se viera obligada a cerrar las compuertas, sobre todo después de ver cómo la crecida del cauce del río Corbones hacía peligrar fincas, caminos y carreteras.
«En estos meses se ha perdido mucha agua porque las lluvias han aumentado el cauce de un río que ya iba muy lleno por culpa de la cantidad de agua que ha salido de ese embalse», comentan agricultores de La Puebla de Cazalla a ABC.

Es lo que llevan denunciando desde hace meses también los vecinos y ganaderos del casi medio centenar de fincas del entorno del embalse «No han dejado recuperarse el pantano y el agua perdida ya no tiene retorno. Esperemos que siga lloviendo», dicen los habitantes de la aldea La Romera que han sufrido en los últimos días inundaciones en los caminos y las entradas a sus viviendas. «Los arroyos se han desbordado y, mientras, el pantano sigue casi igual que antes de empezar a llover hace meses, no lo han dejado recuperarse», añaden.
Ahora sólo esperan que siga lloviendo y que no abran, de momento, las compuertas del embalse porque nunca saben cuándo dejará de llover y por cuánto tiempo. El objetivo principal de un pantano es mantener el caudal ecológico y asegurar agua a la agricultura, pero sólo cuando hace falta. Mientras su función es almacenar agua para cuando vuelva la sequía.
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