Pelea con heridos en un partido de fútbol entre el Paradas y Lantejuela: «Fue una masacre»

Los jugadores del Paradas Balompié tuvieron que volver a jugar este sábado contra el U.D. Marinaleda, lo que ha enfadado mucho al equipo y a su entrenador, que asegura que es «injusto» que la Federación no haya tenido en cuenta lo ocurrido para cancelar el encuentro. «Consideran que no hay suficientes partes médicos para suspender el partido, no han respaldado a un equipo agredido», comenta Suárez, que no pudo estar con su equipo en este último partido por no encontrarse todavía recuperado de la agresión que sufrió. Tampoco ha estado Daniel Torres, el jugador que acabó en el hospital.

El partido correspondía a la Tercera Andaluza Sénior, Grupo 2, entre el Lantejuela C.D. y el Paradas Balompié y quedó suspendido en el minuto 88, dato que figura en el acta redactada por el colegiado Alejandro Benjumea.

En este documento, el árbitro declaró que «en el minuto 88 de juego tuve que detener el partido debido a que el entrenador del Paradas Balompié, José Alberto Suárez, se encuentra en el suelo por un codazo recibido por un jugador del Lantejuela CD que se disponía a sacar de banda de banquillos, no pudiendo identificar ninguna acción individualizada ningún miembro del equipo arbitral ya que optamos por agruparnos y alejarnos del foco al sentir peligrar nuestra integridad física».

Asimismo, el árbitro detalla en el acta que tras la agresión al entrenador comenzó con «una riña tumultuaria» en la que se dieron «agresiones físicas en la que participaron al menos seis jugadores de cada equipo, además de aficionados». Fue en ese momento cuando uno de los jugadores del Paradas Balompié sufrió una agresión y quedó inconsciente en el suelo. Sin embargo, el árbitro se confundió en el nombre del jugador agredido, ya que según ha podido confirmar ABC, el jugador que quedó inconsciente en el suelo después de ser agredido fue el número 5 del Paradas, Daniel Torres Suárez (en el acta especifican que es el número 4 José Antonio García Suárez).

Este jugador resulta herido, como dicen en el documento con «una brecha en la cabeza, aparentemente debido a un puñetazo propinado por un aficionado local». Fue trasladado al hospital de Osuna y, según el informe médico, ha sufrido «un traumatismo craneal, conmoción cerebral y otras lesiones que requirieron su observación durante 12 horas».

En este relato, Benjumea especifica que aproximadamente un centenar de personas invaden el terreno de juego y comienzan los enfrentamientos físicos entre aficionados y jugadores que «incluyen patadas y puñetazos en el rostro». Y, en lo que se refiere a la agresión al jugador, dice que lo encuentra en el suelo «inconsciente y con una brecha en la cabeza debido a un puñetazo que recibió de uno de los aficionados del equipo local y al impacto con el suelo».

Seguidamente, añade que «el cuerpo técnico de ambos equipos consiguió poner al jugador en posición lateral de seguridad (PLS) y cubrirlo para no recibir ningún otro impacto. En ningún momento mi persona pudo identificar a la persona infractora debido a la cantidad de personas que se encontraban en ese instante en la zona de los banquillos».

En ambas agresiones, Benjumea indica que «no ha podido identificar ninguna acción individualizada de ningún contendiente llamado al juego ya que en ese momento me estaba retirando a vestuarios».

Por su parte, el Paradas Balompié ha emitido un comunicado, dirigido a la Federación Andaluza de Fútbol, en el que analizan la situación que se encontraron en las instalaciones del CD Lantejuela. «Como hemos podido demostrar, el árbitro se contradice y miente porque ni siquiera dice bien cuál ha sido el jugador agredido» .

En el comunicado, destacan «la aglomeración de personas y la falta de control que generó un ambiente de tensión desde el primer momento, ya que los aficionados locales interactuaban directamente con nuestro equipo en una zona donde debería primar la tranquilidad y la seguridad de los jugadores y técnicos».

Para ellos resulta «inadmisible que no existiera ningún tipo de medida organizativa o de seguridad para separar a los equipos de los aficionados, especialmente en un contexto donde el comportamiento de los seguidores locales era ya preocupante». Y califican de «inapropiada» la actitud del delegado local, J.E.J., como del entrenador del CD Lantejuela, «No sólo alentaron verbalmente el ambiente agresivo, sino que protagonizaron insultos y provocaciones constantes hacia nuestro entrenador y jugadores».

En este mismo sentido, califican la actitud del árbitro como «pasiva» y el contenido del acta como «contradictoria y carente de veracidad». En el documento, el club afirma que «las imágenes muestran claramente que el árbitro observa la agresión al entrenador en todo momento, pero no interviene ni toma medidas».

En el documento indican que «las grabaciones muestran agresiones claras por parte de jugadores del Lantejuela C.D.». Entre ellas, acusan al jugador número 9, J.J.A.C., de agredir a dos miembros del equipo técnico visitante, y al número 2, J.M.A.G., de golpear a un jugador del Paradas.

También aclaran que no fue el equipo arbitral el que llamó a Emergencias y Guardia Civil «fuimos nosotros». Los agentes tomaron declaración y anunciaron que revisarán las imágenes grabadas por el equipo visitante para esclarecer los hechos. Hasta el próximo viernes, la Federación Andaluza de Fútbol no emitirá resolución al respecto de los incidentes.