El olivar, los cítricos y las hortalizas, los más afectados en la provincia de Sevilla por la sequía

Estas mismas fuentes señalan que en lo que va de año hidrológico se está viendo «tremendamente afectado el olivar —tanto de mesa, como de molino—, los cítricos, los cultivos hortícolas y otros cultivos arbóreos como el almendro o la viña, así como la nueva sementera».

Por todo ello y ante este contexto de sequía prolongada, la siembra de los cereales de invierno está «muy retrasada y pendiente de la lluvia. Si no llueve lo suficiente y la tierra no tiene tempero peligra la propia germinación de la semilla, por lo que los agricultores están retrasando las siembras a la espera del agua».

Hasta el momento, la precipitación media en la provincia está en torno a los 50/60 litros por metro cuadrado cuando ya deberíamos estar superando los 100 en estas fechas. El regadío, que es fundamental, para la economía de muchos municipios agrarios de nuestra provincia depende de que se incremente el volumen de agua embalsado.

Desde Asaja Sevilla comentan que las pérdidas sufridas por los cultivos de regadío a lo largo del 2022 «ya no tienen remedio, si bien en el caso de los cereales de invierno, las lluvias llegarían todavía a tiempo». Si la lluvia es abundante, señalan, aliviarían la situación de los embalses y «podríamos tener expectativas de una nueva campaña de riego normal, así como de una opción más optimista de cara a los cultivos de primavera».

Con todo, la sequía ha reducido las producciones, lo que ha provocado una reducción de la oferta de muchos productos agroalimentarios en el mercado, porque «contrariamente a lo que muchos piensan no todo se puede traer siempre de fuera, y si algo están dejando claro las crisis sufridas en el último año tras la pandemia, las dificultades en los movimientos de mercancías y ahora la sequía es que es necesario contar con una agricultura y ganadería propias y diversa que garantice la alimentación de la población».

Asaja detalla que en este contexto están sufriendo un fuerte incremento los precios de cara al consumidor «los cereales, el aceite, las frutas y hortalizas, así como algunas producciones ganaderas y lácteas» que se han visto afectadas por el incremento del precio de los piensos y la reducción de la cabaña ante el alto coste del mantenimiento de todos los rebaños.