El consejero de Interior, Antonio Sanz, manifestaba ya este pasado miércoles que este incendio se había «propagado con velocidad» como consecuencia de las fuertes rachas de viento y el «combustible» implícito en la vegetación seca derivada de las altas temperaturas de estos días; precisando que las llamas habían afectado principalmente a pastos y matorrales, el 50 por ciento en el término municipal de Burguillos y la otra mitad en Castilblanco de los Arroyos.
El consejero señalaba que gracias al despliegue del Infoca, la mañana del miércoles el incendio estaba ya «estabilizado», declinando precisar el número calculado de hectáreas afectadas porque dentro del perímetro habían sido detectadas «islas» de terreno no afectadas por las llamas.
Por su parte, el alcalde de Burguillos, Domingo Delgado, calificó ayer lo sucedido como una «absoluta tragedia». «Se ha quemado todo el pasto, que ocupa más del 80% de la masa forestal del municipio», ha apuntado. Las cifras estimatorias que trasladaba el alcalde es que unas 700 hectáreas de Burguillos y otras 740 hectáreas en Castilblanco de los Arroyos han quedado arrasadas.
«Todo apunta a que alguna máquina de trabajo en el campo, con la fricción de las piedras, haya provocado una chispa que originara el fuego», reconoció el alcalde, quien precisó que no hay indicios para pensar que haya sido intencionado.
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