La bicicleta de madera que enamoró a Martín Berasategui

Berasategui cuenta, de hecho, con una edición especial limitada que lleva su propia firma y que se integra en la decoración de los salones de su restaurante Eme Be Barrote de San Sebastián. Además del reconocido chef, otras personalidades destacadas como el actor Fernando Tejero o el cantante y presentador Bertín Osborne ya se han hecho también con una de estas singulares bicicletas con el cuadro de madera.

La idea surgió hace unos años en mitad de un café entre tres amigos de toda la vida; Rafael Andújar, funcionario de profesión; David Gutiérrez, carpintero; y la propia María del Mar, «coach». « Siempre hablábamos de la necesidad de crear algo nuevo y diferente, que aportara valor a nuestro entorno y un día, en una conversación, se planteó por qué no hacíamos una bici de madera», recuerdan. Rafa puso la idea y David la maquinaria.

En septiembre de 2015 presentaron su primer prototipo en «Unibike», la feria internacional de la bicicleta de Madrid, con el objetivo de comprobar si aquel pensamiento que les rondaba la cabeza podía ser verdaderamente una forma de negocio. Así, tras una buena acogida, empezaron a desarrollar y limar al completo el producto con la participación de ingenieros sevillanos, al objeto de combinar la más alta tecnología en un proceso artesanal con el tratado de la madera. El resultado final acabó presentándose oficialmente un año después, en 2016, en la feria «Eurobike» de Alemania.

Más madera

Más allá del original diseño, la clave de estas bicicletas está en esos cuadros fabricados con madera, un material que además de ser resistente absorbe las vibraciones del pedaleo , lo que permite que el paseo en bici «sea más confortable». La fibra natural de madera que otorga esas cualidades y constituye el verdadero «corazón de cada cuadro» que se fabrica es el fresno americano , madera que importan desde Canadá principalmente y que debe llevar el «certificado de bosques sostenibles», según resaltan los promotores de estas bicicletas, ya que el tercer pilar en el que se sustenta el proyecto es el respeto por el medio ambiente.

En sus instalaciones de Dos Hermanas diseñan y fabrican estas singulares bicicletas que luego se exportan a países como Alemania, Holanda o Bélgica , donde existe una arraigada cultura de la bicicleta, aunque también cuentan con puntos de venta en Sevilla, Donostia, Madrid o Barcelona. «No fabricamos sólo una bicicleta sino un producto que no va a pasar de moda y va a ser para toda la vida», explican. « No hay dos TBK Bike iguales », presumen sus creadores, ya que cada pieza de madera, con sus nudos y vetas, proporciona un diseño de bicicletas únicas, personalizadas y exclusivas. Obviamente, su precio también puede ser exclusivo para algunos bolsillos: entre 3.500 y 6.500 euros rondan estos modelos de bicicletas confeccionadas para «ser heredados de padres a hijos».

Por el momento, cuentan con tres modelos diferentes de bicis urbanas -con su versión eléctrica inclusive- y a finales de verano presentarán su primera bicicleta de madera para carretera, que ya ha sido testada por Julián Sanz , pionero en España del ciclismo de ultrafondo. El objetivo, además, es cerrar este año completando toda la gama de modelos de bicicletas, incluyendo las diseñadas para pistas de tierra y carretera y las de montaña.