Dos Hermanas dedica un monumento a los reyes Fernando III El Santo y Alfonso X El Sabio

El Ayuntamiento nazareno, a través de la concejalía de Participación Ciudadana y Fuente del Rey, ha querido rendir homenaje a los soberanos en este lugar que, según explica el historiador Antonio J. López Gutiérrez, «uno de los campamentos desde los que se organizaban las incursiones para el asedio a la ciudad de Sevilla se encontraba en los parajes conocidos como Fuente del Rey. Al mando de este, el maestre de la Orden de Santiago Pelay Pérez Correa. La tropa estaba sedienta y Fernando III imploró la intervención divina y ordenó al maestre que golpeara una piedra para conseguir agua; así lo hizo y brotó un manantial».

Fue después de la Reconquista cuando Alfonso X repartió las tierras entre los diferentes estamentos sociales y eclesiásticos que acompañaron al monarca castellano en esta victoria. Así, aparecen por primera vez topónimos como Cuartos, Quintos, Borj Aben Haldón, Villanova Azequilla, Alquería de Hadayn, Borja Santarén, Bujalmoro, Almachar, Torre de los Herberos, que hoy forman parte del término de Dos Hermanas, apostilla el historiador.

La historia así contada pertenece al jesuita Juan de Pineda y la leyenda que ha llegado hasta nuestros días es que el Santo Rey se encomendó a la madre del Señor, con las palabras 'Valedme, Señora' y de ahí la relación con la Virgen de Valme.

El afamado escultor imaginero Antonio Luis Troya Román ha sido el responsable de ejecutar este monumento. El artista cuenta que tras el proceso de documentación, y respaldado por López Gutiérrez, apreció que la escultura debía tener, por un lado, una «parte didáctica ya que la Laguna recibe muchas visitas a lo largo del año y, sobre todo, de centros educativos ; debía encajar en el entorno y por eso me decanté por acero corten con pátina de óxido; y tenía que ser algo moderno pero figurativo».

Con ese planteamiento, tras el encargo municipal, comenzó a trabajar en la obra que mide seis metros de altura y en la que «sobre un globo terráqueo, símbolo de su poder terrenal, se levantan dos espadas, iconos de poder y de justicia. Ambas aparecen rematadas por sendas coronas reales. En la base del monumento, figura el relato de la leyenda y sobre ella un cubo donde simbólicamente se encuentran los escudos de los reinos de Castilla y León; el signo rodado de los monarcas, símbolo de la magnificencia real; y el escudo de Dos Hermanas».

Troya Medina se siente muy satisfecho con la obra y agradece la confianza depositada en él porque «soy profeta en mi tierra, aunque ha tardado, pero ahora Dos Hermanas está viviendo mi madurez artística. Tengo obras en muchos lugares del mundo pero trabajar aquí supone algo especial. Soy escultor nazareno, 'del pueblo', y muy feliz». «Y para quien piense que he hecho algo nuevo he de decir que cuando estudiaba trabajaba en el taller de fundición de Paco Rejano, mi profesor así que al revés, he vuelto a mis orígenes», matiza.

El monumento fue inaugurado por el alcalde, Paco Rodríguez, quien destacó la importancia de que parte de la Historia de la localidad quede plasmada en una obra de estas características y que así se reconozca el «hito fundacional de la localidad y se ensalce nuestra identidad».

Al acto acudieron, entre otros, representantes de entidades de la barriada de Fuente del Rey; la hermana mayor de la hermandad de Valme, Isabel María Caballero; el director espiritual de la citada hermandad, Manuel Sánchez de Heredia; el cronista oficial, Pedro Sánchez; y representantes del Cabildo de Alfonso X.