educación
El colegio de 'Los Frailes' de Dos Hermanas celebra su 125 aniversario
La Capilla es uno de los emblemas de este centro que acoge alumnos de meses hasta segundo de Bachillerato
El primer colegio de Dos Hermanas cumple 125 años

Historia, arquitectura, arte, religión, formación y educación son algunos de los términos que definen los 125 años que se encuentra celebrando el colegio San Hermenegildo, conocido popularmente como 'Los Frailes'.
Sus inicios se remontan cuando apenas habían transcurrido diez años desde la fundación en Valencia de la Congregación de los Terciarios Capuchinos por Fray Luis Amigó y Ferrer, llegan a Sevilla los padres José María de Sedaví, brazo derecho del Padre Fundador, y Manuel de Alcalhalí con el encargo de llevar a cabo los inicios de la que sería tercera casa de la Congregación, después de la de Valencia (San José en Godella) y de la de Madrid (Santa Rita en Carabanchel).
Con los fondos donados por Dolores Armero y Benjumea, adquirieron las tres fincas del Pago de la Carraholilla que más tarde darían lugar a la Colonia de San Hermenegildo.

Su ubicación, rodeado de un vergel y en un entorno único y privilegiado, en varios miles de metros cuadrados distribuidos en plena naturaleza, siendo un oasis en plena localidad, siempre lo ha hecho ser diferente y único; y eso no sólo por las instalaciones y dependencias sino como institución educativa siempre caracterizada por la calidad.
Una fecha importante es la de 1905, en la que hace profesión de sus votos religiosos el que fue primer alumno del colegio: beato Bienvenido María de Dos Hermanas, beatificado por Juan Pablo II en 2001 - el único de la localidad-.

Desde los primeros tiempos se implantó en el colegio un cuadro completo de estudios que abarcaba desde la Primera y Segunda Enseñanzas hasta la carrera de Derecho por libre, preparación para Correos y Telégrafos, Aduanas, Escuela de comercio y Academias Militares con clases especiales de Dibujo e Idiomas. En 1910 se habían conseguido casi un centenar de títulos académicos relacionados con las materias que se estudiaban en el centro. Eso sí, se encontraban bajo el régimen de internado.
En 1939 se reconoció el colegio legalmente para impartir los estudios de Enseñanza Media y Superior correspondientes a la legislación educativa del momento. Así, además de los alumnos internados por corrección paterna, se empezó a admitir a los primeros alumnos externos que acudían diariamente desde sus domicilios de Dos Hermanas. Eso sí, todos varones. Y poco más de diez años más tarde, se inicia un periodo en el que el colegio es centro de bachillerato adscrito al Instituto San Isidoro de la capital de Sevilla y toda una generación de profesionales nazarenos y sevillanos realizaron aquí sus bachilleratos, elemental y superior.
Pese a la etapa dorada que vivía el centro se reconvierte en Seminario Mayor Internacional destinado a estudios de Teología y Filosofía para religiosos. Por entonces, el alumnado fue trasladado a unas instalaciones provisionales anexas a la Parroquia de La Oliva, mientras se construía el primer instituto nacional de bachillerato en Dos Hermanas, el Virgen de Valme.

Alumno destacado
Pepe Díaz es Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Politécnica de Madrid y Profesor/Instructor de la Federación Internacional de Voleibol. Fue uno de los, como él mismo define, «nazarenos privilegiados, alumno externo que, con beca, pudo estudiar en el colegio San Hermenegildo. Allí pude realizar bachiller elemental y superior, no sin antes pasar por las revalidas del Instituto San Isidoro de Sevilla (curso 1958-1959 a 1963-1964). Fue una experiencia académica y personal muy gratificante y satisfactoria, salvo la pedagogía/metodología de algunos profesores, que estaban muy lejos de la coherencia e idoneidad para llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje».
«Sin embargo -prosigue- el colegio siempre entendió que el deporte era un elemento básico en la intervención educativa con los alumnos y, para mí, esto fue clave y trascendental en mi vida, pues mi orientación académica y vocación profesional me la despertó allí el profesor de Educación Física Enrique Gordillo Machuca. Imagina cuando les dije a mis padres el año 1965, que quería estudiar Educación Física, en Madrid, 4 años e interno; y allí adquirí los conocimientos, principios y valores para ser lo que quise ser».
En 1974 se reabren las instalaciones como colegio concertado de EGB, con dos aulas de Preescolar (no subvencionadas) iniciando la etapa en la que hoy se encuentra.
Tuvieron que pasar ocho años y fue en 1982 el colegio pasa a ser mixto y se incorporan las primeras niñas.
En el curso 2011-2012 su progresión alcanzó un gran hito y se aumentó deuna a tres líneas educativas. Actualmente cuenta con Educación Infantil de 0-3 años y 3-5 años (2º ciclo), Educación Primaria y Secundaria – concertadas- y Bachillerato, que comenzó a funcionar en el curso 2023-2024, y del que este año saldrá la primera promoción. Esto significa que cualquier alumno puede acceder al colegio con apenas meses y terminar su etapa educativa para incorporarse a la Universidad, un Grado, etc
Además de su propuesta y oferta educativa, fundamentada en los valores católicos y los principios evangélicos, el colegio sigue destacando por su ubicación, apartada de la ciudad, algo que favorece una educación integral y saludable. De esta forma, «la formación académica se complementa con el compromiso social, la innovación pedagógica, la educación inclusiva, el acompañamiento cercano y el desarrollo espiritual», exponen desde el centro.
Los directores
El centro, a lo largo de todo este tiempo ha tenido varios directores que han ido dejando su huella a lo largo de los años.
Fray Víctor García Díez fue director general de 2003 a 2007 y comenta que lo mejor que recuerda de su paso por el centro fue «la transición que se produjo de la plena responsabilidad directiva a cargo del religioso designado al efecto a la responsabilidad compartida con laicos preparados para tal fin. Lo llamamos 'misión compartida'».
«Me considero pionero en haber iniciado en el colegio los grupos Zagales de crecimiento en la fe para alumnos a partir de 5º de Primara en horas no lectivas y extraescolares. Y también en la iniciación del grupo de adultos reconocido como Asociación privada de fieles, de derecho pontificio con la misión encomendada de vivir y llevar a la práctica el carisma de los Amigonianos que nos legó nuestro Fundador el Padre y Obispo 'Luis Amigó», subraya.
Le siguió Fray Sisinio Bravo González, como director general, quien afirma que «el lugar del colegio es ideal para el trabajo por su entorno aislado de ruidos y por estar enmarcado en plena naturaleza. «Tuve la suerte de lograr la implantación de dos líneas más, consiguiendo de ese modo aprovechar las excelentes condiciones del lugar y la amplitud de las instalaciones». Durante su periodo al frente del mismo señala que se adaptó «a las circunstancias y condiciones del colegio facilitando introducir progresivamente aquellos programas que mejoran la eficacia educativa del colegio».
Hay que hacer mención especial al Padre Fernando Trejo (q.e.p.d.), director del colegio y superior de la comunidad, que falleció en 2002 – y tiene una calle en la localidad-. En esa época, el entonces jefe de estudios, Joaquín Sánchez Ruiz que fue el primer profesor seglar que ocupó la dirección académica del dentro. «Las primeras medidas tomadas y trabajos iniciados se encaminaron a la adecuación del horario de la Secundaria, conseguir la concertación de los cursos de Educación Infantil 3-6 años y, sobre todo, iniciar el largo y laborioso proceso llevado a cabo para ampliar el colegio de una a tres líneas educativas, proceso que ha finalizado recientemente. En esa primera década del siglo, los problemas que surgían en el periodo de escolarización eran enormes, incluso con enfrentamientos entre las familias aspirantes a conseguir una vacante dada la gran diferencia que había entre las plazas solicitadas y las que podíamos ofertar y esta ampliación vino a solucionar este problema».
María Dolores Espinosa Morán fue directora general de 2016 a 2019. Fue la primera persona laica en ocupar dicho cargo: «lo recibí con mucha ilusión y trabajé tomando como pilar los valores de la pedagogía amigoniana. En mi periodo de dirección me tocó acometer la rehabilitación del edificio de educación primaria, para completar la gran transformación de los edificios escolares que dieran cabida a las tres líneas educativas concertadas».
De enero a agosto de 2020, fue nombrada directora general Elena Barbero Díaz. Según cuenta, «mi nombramiento como directora general fue poco habitual ya que estos son en septiembre. Asumí el reto con ilusión y muchas ganas, agradecida a la Titularidad de Colegios Amigó y Gobierno Provincial que confiaran en mí. Sin embargo, no habían pasado ni dos meses cuando se declaró el Estado de Emergencia por la COVID 19….A aquel equipo directivo nos tocó dar el gran paso de llevar al centro a un entorno virtual, dar todas las clases de todas las etapas de forma telemática y trabajar con nuestro alumnado y familias de forma virtual». «En esos meses experimenté en primera persona la calidad personal y profesional de toda la Comunidad Educativa del Colegio San Hermenegildo. Además de la capacidad de innovar y adaptarse a la nueva realidad», apostilla.
Actualidad
El actual director general, que cumple cinco años en el cargo es Francisco Javier García Pérez, que asegura que «durante estos años hemos consolidado un modelo pedagógico basado en metodologías activas, gracias al compromiso y la implicación de un gran equipo de docentes. Además, hemos sentado las bases para una transformación digital armónica y con un enfoque pedagógico sólido, un camino en el que seguimos avanzando».
Quiere matizar que no se puede «olvidar la labor encomiable de la Pastoral del colegio, gracias a su equipo, pero principalmente a uno de los religiosos que me ha acompañado en mis años de dirección, Fr. Jorge Iván Cervera, constituyendo un importante pilar en el desarrollo pastoral que ofrecemos hoy día, no solo a la comunidad educativa sino a parte de la sociedad nazarena». Se fomenta la participación en grupos juveniles como Zagales, JUVAM y comunidades de adultos en la fe.
«Dirigir una institución con un tejido humano tan amplio es un reto apasionante. Por ello, uno de mis principales objetivos ha sido crecer haciendo crecer a los demás, promoviendo una cultura organizacional basada en la redarquía, donde la colaboración y el liderazgo compartido sean la clave del éxito», añade.
Actualmente, el colegio cuenta con un equipo de aproximadamente 150 profesionales, para los más de mil alumnos. A los 113 empleados directos, que incluyen tanto personal docente como no docente, se suman los trabajadores externos encargados del comedor, la limpieza y las actividades extraescolares, como clases de inglés y deportes. También colaboran de forma voluntaria 25 catequistas y agentes de pastoral.
Cuenta con aula matinal de las 7.30 horas, comedor, actividades extraescolares (idiomas, deportivas y culturales), gabinete psicopedagógico, laboratorio, pabellones deportivos,...
Marina Sánchez Casas, presidenta del ACMPA cuenta que en «el colegio, nuestros hijos e hijas no sólo aprenden unos conocimientos. Ir cada día a su escuela les hace interiorizar unos valores inculcados inicialmente en la familia, es lugar donde se hacen como personas. Por este motivo, es realmente importante pararse a pensar en qué tipo de colegio quiero para mis hijos. San Hermenegildo, es para mí, mi segunda casa. Lugar donde se atiende a la singularidad de cada uno, donde aprenden de manera activa y cooperativa, un lugar seguro para las familias porque nuestros hijos están creciendo en armonía, en un ambiente seguro, respetuoso y donde profesorado se involucra de manera activa para sacar de cada alumnado lo mejor de ellos mismos atendiendo a sus diferencias. Que cuenten con nosotros, las familias, en las distintas etapas de su desarrollo y que nos ofrezcan una atención académica y personal desde los cuatro meses hasta Bachillerato es una gran tranquilidad para mí y para todas las familias que formamos este gran colegio».
Este curso está siendo y es muy especial para él y toda la comunidad educativa ya que han organizado una agenda repleta de actos para conmemorar el 125 aniversario (exposiciones, charlas, gala, audiovisuales, competiciones, convivencia,...) Aparte hay que mencionar que se están dando los primeros pasos para la creación de una agrupación parroquial que se convierta en hermandad de penitencia.
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