El Festival de Jazz congrega a 300 personas durante tres días

El VIII Festival de Jazz de Dos Hermanas ha cerrado sus puertas este pasado fin de semana con números en positivo. Así, al menos, se desprende de los datos que ha proporcionado la Asociación Musical Cultural Soberao Jazz, que organiza el evento cada año, al apuntar que se han registrado unas 300 personas durante los tres días de conciertos, celebrados en el Club Social, Deportivo y Cultural Vistazul.

El festival comenzó el pasado jueves por la noche con la actuación de los alumnos de combos del taller de música del Soberao y prosiguió con el concierto que ofreció el trío Sur Code, que llegó al escenario de Vistazul dispuesto a derrochar energía y buen hacer. Un «magnífico» grupo de violín, batería y piano, que la organización plantea volver a traer hasta Dos Hermanas, a tenor del éxito cosechado.

La segunda jornada del festival, que contó ya con más público, ofreció la actuación de «un simpatiquísimo Antonio Lizana», que hizo cantar a los asistentes al tiempo que enlazaba con sus ritmos musicales con tintes flamencos. «Fue un concierto del que todo el mundo sale con una sonrisa, felicitándose por haber asistido», han apuntado desde Soberao Jazz. Y es que, al espectáculo propio de este joven músico con una importante trayectoria detrás se unió el grupo de artistas que lo acompañaban en el escenario.

El broche de oro de esta octava edición lo puso un veterano ya en este festival, Leandro Perpiñán, que repetía en esta cita, y lo hacía ofreciendo un concierto lleno de sobriedad y virtuosismo, encuadrado perfectamente en su intención de hacer una demostración del auténtico jazz de los años 60, con el homenaje que realizó a Art Blakey y los Jazz Messengers.