Versos improvisados para acercar el mundo de la poesía a los quinteños

«Es el sitio perfecto para celebrarlo porque es un espacio que siempre se ha volcado en los proyectos poéticos», explica el organizador de esta actividad, Enrique García, un estudiante de Periodismo y vecino del barrio quinteño que ha promovido esta iniciativa en la biblioteca dedicada, en esta ocasión, a la poesía porque «entendemos que hay mucha creatividad y afición poética en el barrio», subraya.

La actividad ha reunido a casi veinte personas, entre poetas, aficionados a la lectura, e incluso algún que otro músico y también un pintor que han querido formar parte de este encuentro, leyendo primero unos versos –algunos de creación propia y otro de autores consagrados- y realizando más tarde un juego entre todos los participantes para crear un poema de forma colectiva.

El objetivo, según asegura García, es «acercar de una forma atractiva la creación poética a la gente que cree que la poesía es inalcanzable», a través de actividades como ésta, conocida como «Cadáver exquisito», después de que los surrealistas la usaran por primera vez en 1925 como método de creación colectiva. La forma de componer la poesía consiste, por tanto, en que cada persona escribe tres versos en una hoja de papel por turnos y la pasan al siguiente compañero que tiene que escribir otros tres viendo sólo uno de los versos que ya ha sido escrito.

«El ‘Cádaver exquisito’ da como resultado un texto muy divertido y sugerente porque llega a puntos donde la razón se escapa», ha apuntado Enrique García momentos antes de iniciar la actividad, en la que también ha participado interpretando algunas piezas musicales el violinista Héctor Infante. El resultado de esta actividad, el poema compuesto, está ya en la biblioteca, donde todo aquel que quiera puede acercarse a leerlo.