Las olas de calor y la sequía dejan los pantanos sevillanos en mínimos históricos

En concreto, la empresa municipal del agua sitúa el volumen embalsado de sus seis embalses en el 33,7%, lo que significa haber perdido trece puntos en un año. Y las previsiones a corto plazo no son nada halagüeñas, puesto que la última vez que llovió en Sevilla capital fue hace 73 días. Y todo ello en un contexto en que la reserva hídrica española está al 38,8%

Y como dato desalentador, hay que destacar que en todo 2023 se han registrado 130 litros de lluvia en la ciudad hispalense, cuando la media anual era de unos 500 litros antes del actual período de sequía, que alcanza ya su quinto año y no se descarta ampliarlo a un sexto más.

Este verano, con temperaturas extremas, especialmente en el mes de julio, y sin ninguna aportación hídrica procedente de la lluvia, los pantanos se hallan bajo mínimos y no solo por la sequía y las altas temperaturas en sí de las olas de calor en las que estamos inmersos en la cuarta, sino además por el propio consumo humano.

Ante ello desde hace un año el Ayuntamiento de Sevilla puso en marcha una campaña de concienciación ciudadana para rebajar el consumo de agua de los 120 litros de agua al día y persona a los 90 en una población conjunta de 1,4 millones de habitantes, los que suman la capital y su área metropolitana.

Fue una de las primeras medidas antes de decretarse la emergencia por sequía que si bien no conllevaba restricciones, sí multas por el malgasto del agua, como el baldeo de las calles con agua potable o el llenado de piscinas privadas, entre otras, todas recogidas en bandos municipales.

A pesar de todo ello ha sido inevitable que muchos municipios sevillanos, especialmente de las dos sierras y fuera del área de influencia de Emasesa, empezaran con restricciones, como ha sido el caso de pueblos como Casariche, Pedrera, Las Navas de la Concepción o El Real de la Jara, entre otras.

Emasesa suministra agua a más de un millón de habitantes de la capital y de 12 municipios del área metropolitana. El resto lo gestiona la compañía Aljarafesa, a quien Emasesa le proporciona agua de los embalses pero sin potabilizar.

Entre los municipios abastecidos directamente por Emasesa figuran Sevilla capital, Alcalá del Río, Mairena del Alcor, Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Camas, San Juan de Aznalfarache, Coria del Río, La Puebla del Río, La Rinconada, El Garrobo y El Ronquillo. Así pues, esta empresa pública suministra agua al 55% de la población de la provincia, con un consumo doméstico estimado de 109 litros por habitante y día, según datos del año 2022.

Los seis embalses que abastecen de agua a Sevilla y su entorno acumulan en la actualidad 216 hectómetros cúbicos (hm3), lo que sitúa su capacidad actual al 33,7% destacando el de Melonares, el último en construirse, como el que más agua registra en estos momentos y, por contra, el de Zufre, con menos agua de los seis.

Los pantanos de Zufre y Aracena (ambos en la provincia de Huelva) son los que más agua han perdido como consecuencia directa del consumo humano y las altas temperaturas. El primero se halla al 11,1% con un volumen actual embalsado de 19,39 hm3, mientras que el segundo, con 26,64 hm3, se encuentra al 20,7%

En la actualidad, Melonares, situado en los términos municipales de Castilblanco de los Arroyos, El Pedroso, Cazalla de la Sierra y Almadén de la Plata, es el que alberga mayor cantidad de agua , con 97,12 hm3, encontrándose al 52,3% de su capacidad total; mientras que el de Cala, con 23,08 hectómetros cúbicos almacenados, presenta un porcentaje del 39,3%

Las otras presas de la capital hispalense, La Minilla, situada entre los pueblos de El Castillo de las Guardas, El Garrobo, El Ronquillo y Zufre, con 34,52 hectómetros cúbicos, está al 59,7%; y El Gergal, en Guillena, almacena 15,56 hectómetros cúbicos, encontrándose al 44,4%