El crimen de La Puebla de Cazalla: uno de los acusados admite el asesinato y salva a los otros implicados
De forma sorprendente, cinco de los acusados han reconocido que viajaron de Málaga al municipio sevillano para robar una cantidad importante de marihuana pero sólo uno reconoce que fue el autor de los disparos que mataron al vendedor de la droga
De Málaga a La Puebla de Cazalla para un vuelco de droga que acabó en un crimen
Sevilla
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Iniciar sesiónSorpresa en el juicio con jurado en la Audiencia de Sevilla por el asesinato de Manuel Gómez en La Puebla de Cazalla en noviembre de 2019 durante un vuelco de marihuana. Estaba previsto que en la sesión de este ... miércoles declararan los siete acusados: cinco de ellos por asesinato y tráfico de drogas, uno por encubrimiento y el séptimo, primo de la víctima, por un delito contra la salud pública. Ayer los abogados de los cinco investigados por el asesinato defendieron su inocencia y hablaron de la «trampa» que les tendió el vendedor de la droga para robarles el dinero. Sin embargo, veinticuatro horas después uno de ellos, Alhasan, ha admitido que disparó al vecino de este municipio sevillano y lo mató, mientras que los otros cuatro han reconocido que el plan era el vuelco de drogas y no comprarla, aunque no conocían que parte de dicho plan preconcebido era acabar con la vida del vendedor.
En el banquillo se sientan Alhasan, Marcos, Cristian, José Antonio y Nicanor. El primero se enfrenta a 36 años de cárcel por asesinato, homicidio en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas, y los otros cuatro a 28 años por asesinato y tráfico de drogas. El sexto acusado es Joaquín, hermano de Marcos y está acusado por encubrimiento y se enfrenta a dos años. El último implicado es Rafael, primo de la víctima, al que se le pide un año y nueve meses por un delito contra la salud pública.
En la primera sesión del juicio, las defensas coincidieron en apuntar a la víctima, que era un conocido vendedor de drogas. «Aquí nadie es un angelito», dijo uno de los letrados. Señalaron que el disparo fue fortuito, «un accidente», que terminó con la muerte de Manuel, después de las desavenencias surgidas durante la operación de compraventa de marihuana. Negaron el plan preconcebido y la responsabilidad compartida, pues la muerte fue el resultado de la «emboscada» en la que se vieron metidos los chicos. «Fue una trampa para robarle el dinero».
Veinticuatro horas
«Lamentamos la muerte de la victima, pero mi cliente no es el responsable». Éstas fueron las palabras que pronunció ayer la abogada de Alhasan, quien hoy ha asegurado que el mató a Manuel. El reconocimiento de Alhasan salva de forma indirecta a Marcos, Cristian, José Antonio y Nicanor. Los cincos han coincidido en que tras el tiroteo no pudieron llevarse la marihuana. Asimismo, seis de los siete acusados han asegurado a preguntas de la Fiscalía que en el tiempo de los hechos eran consumidores de droga, lo podría permitirles que se les aprecie la atenuante de drogadicción.
Los interrogatorios han sido más breve de lo esperado y a la vista del reconocimiento de los hechos por los acusados, en el marco de un pacto entre las partes, éstas han renunciado a gran parte de la prueba solicitada.
La vista oral se retomará el próximo lunes con la intervención de los forenses. Los agentes de la Guardia Civil responsables de la investigación han confirmado este miércoles su atestado, reseñando las huellas de José Antonio, el intermediario, en las bolsas de marihuana, y los mensajes entre éste y Alhasan para planificar el robo.
El relato, según los acusados
Tomando en cuenta los hechos reconocidos por los jóvenes acusados, el relato de este crimen tendría su origen el 15 de noviembre de 2019. Ese día, los cinco acusados se desplazaron desde Málaga a La Puebla de Cazalla para comprarle marihuana Manuel Gómez, aunque el trato no se cerró ese día y tuvieron que volver al día siguiente, el sábado 16. Ese día viajaron en dos coches arrendados. En uno de ellos iban Marcos, Alhasan y Cristian. En el otro viajaban José Antonio, el intermediario, y su amigo Nicanor, que no conocía el plan de robar la droga.
Marcos, Alhasan, Cristian y José Antonio han reconocido que existía un plan preconcebido para robar la marihuana a Manuel Gómez, con el que habían quedado con el falso pretexto de comprar la mercancía. Pero, salvo Alhasan, no conocían que dicho plan incluía acabar con su vida. Alhasan llevaba encima una pistola a pesar de no contar con permiso. Habían quedado en la nave de Rafael, quien había ayudado a su primo a pesar la droga y embolsarla. Nicanor esperaba a los otros implicados en un bar del pueblo.
Allí, en la nave, Alhasan mató a Manuel Gómez. Después, a la llegada de Rafael a la citada nave, Alhasan le disparó dos veces cuando estaba dentro del coche.
Después huyeron en uno de los coches alquilados hacia Málaga. El otro vehículo, que alquiló Joaquín, hermano de Marcos, lo dejaron en la puerta de la nave. Joaquín, cuando conoció lo que había pasado, llamó a la empresa de alquiler de coches y le dijo que se lo habían robado. Los seis fueron detenidos meses después por la Policía Nacional y la Guardia Civil en Málaga. Eran integrantes de una banda dedicada al vuelco de drogas. Alhasan había huido de España. Volvió a ver a su novia y lo arrestaron.
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