Se rompe un diente al comer una aceituna y le reclama 3.800 euros al fabricante sevillano
El bote era de aceitunas deshuesadas y el juzgado le dio la razón a un ciudadano de Vigo que reclamó por los daños dentales
Sevilla
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Iniciar sesiónLas aceitunas son una perdición para muchas personas. Para algunas, literalmente. Y es que un ciudadano de Vigo perdió un implante al morder una aceituna que se suponía sin hueso pero que resultó tener uno en su interior, provocándole la pérdida del arreglo ... dental. Ante tal circunstancia, y viendo que el estropicio en la boca conllevó un pago en el dentista de 3.800 euros, el afectado decidió denunciar.
El contexto es el siguiente. Un hombre acudió a un supermercado de la calle Gregorio Espino de Vigo para hacer la compra y, en la misma, adquirió un bote de aceitunas sin hueso rellenas de anchoa. Al comérsela días más tarde mordió una que resultó contener un hueso y esto le produjo la rotura de un implante. El arreglo posterior en el dentista le supuso un desembolso de 3.800 euros.
Sin embargo, el afectado no se quedó contento y decidió denunciar a la empresa sevillana que envasa estas aceitunas de marca blanca de IFA Eliges, para que se hiciera cargo de lo que consideraba un error de la compañía que había derivado en un daño personal y económico.
De esta forma, y acogiéndose a la normativa protectora de consumidores y usuarios en relación con la responsabilidad civil por daños causados por productos defectuosos, el afectado denunció a la empresa por la presencia de un hueso en una lata etiquetada como ausente del mismo, a lo que la envasadora alegó que la lata ya avisaba de que el producto podría contener trozos de hueso y que la normativa permite uno por cada cien aceitunas.
Finalmente, en la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vigo el 12 de diciembre del 2024, la jueza estimó la demanda del afectado señalando que la empresa no probó que esa lata en concreto o su remesa contuviesen un total de cien aceitunas y que, además, el anuncio de advertencia no le exime de responsabilidad al fabricante, dado que se trata de un riesgo que no se destaca especialmente entre las indicaciones de la etiqueta. De esta forma, la sentencia obliga a la empresa a pagar al cliente afectado esos 3.800 euros por esa aceituna traicionera que ha originado esta disputa judicial que podría tener más episodios ya que cabe recurso de apelación.
Precedente similar
La cuestión es que ya existe un precedente similar con otro caso de 2016 en el que un navarro ganó una disputa con otra empresa de aceitunas al romperse un diente por morder una aceituna con hueso que venía en un bote de este producto deshuesado. En aquel caso el implante para arreglar el estropicio tuvo un coste de 1.500 euros.
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