La oposición le pide al alcalde de Sanlúcar la Mayor expulsado de su partido que «legitime su situación o dimita»

En esta ocasión son dos de los partidos de la oposición, PSOE y Adelante, los que han dado un paso más exigiendo al regidor, Juan Salado Ríos , quien ha pasado junto con sus ediles al grupo de no adscritos, que explique su situación al « perder su condición que le legitimaba como alcalde ». Así lo han hecho saber a través de un comunicado conjunto los portavoces de ambos partidos, el socialista Raúl Castilla y el comunista Vicente Terent i.

«Se trata de una situación sin precedente en la historia de la democracia municipal española y que ha llevado al ayuntamiento al borde del colapso», coinciden en señalar. En palabras de los portavoces, «Juan Salado debe acreditar su legitimidad, demostrar que tiene apoyos suficientes o bien dimitir. No puede ocupar la alcaldía retorciendo la ley para pasar por encima de la voluntad de los sanluqueños».

«Este es el fruto amargo de una maniobra premeditada para pervertir el resultado electoral a través de una 'candidatura fake' con un candidato a la Alcaldía condenado en firme por prevaricación (en referencia al antecesor, Eustaquio Castaño) y a la espera de que se le retirase el acta de concejal y la creación de 'partidos fantasma' con el único fin de ser voceros de bulos contra los candidatos progresistas para promover la abstención del votante de centro-izquierda», comentan ambos portavoces.

Juan Salado fu e designado alcalde «por imperativo legal» tras la dimisión del anterior alcalde y «al no alcanzar el apoyo del pleno (primera vía para ser elegido), ni haber sido candidato a la alcaldía en las elecciones (segunda vía), obtuvo la misma por la norma que establece que se designe automáticamente al candidato de la fuerza con mayor voto popular», explican Castilla y Terenti.

El Grupo Independiente Sanluqueño fue la fuerza más votada en las elecciones de 2019 , por un estrecho margen y seguidos muy de cerca del PSOE y Adelante Sanlúcar. Por ello, el candidato del GIS fue elevado a la condición de alcalde «pese a no contar con el apoyo electoral suficiente, ni haber obtenido una mayoría absoluta para su investidura».

En el comunicado explican los portavoces de PSOE y Adelante que este hecho «choca llamativamente con las declaraciones del propio Juan Salado, en las que rechazaba su vinculación con el GIS, alegando que el no era de ningún partido . Se produce así la incoherencia de negar su pertenencia al GIS, pero aprovechar los derechos que este le concede, en este caso la alcaldía».

«La Alcaldía de Sanlúcar se encuentra ocupada por una persona que, según lo certificado en el último pleno, no cuenta con ninguna de las condiciones que la ley establece para ser elegido alcalde. Esta situación de grave desgobierno es el último capítulo de una larga crisis interna por desavenencias con la dirección del partido, quien los ha declarado en rebeldía y, tras un largo proceso, ha resuelto su expulsión del GIS», apuntan.

Los portavoces del PSOE y Adelante consideran que, siendo el único motivo de su designación como alcalde ser el candidato del GIS, al demostrarse ahora que no es, «el señor Juan Salado Ríos ostenta la alcaldía de manera alegal y sin ninguna legitimidad para ocupar un cargo que es la máxima representación de la voluntad popular, voluntad que nunca y de ninguna manera le ha manifestado su apoyo. Ni fue votado como candidato, ni el pleno le dio su apoyo», puesto que obtuvo un empate a siete con Raúl Castilla, del PSOE.

Asímismo, Castilla y Terenti cuestionan que podría considerarse el proceder del alcalde como « un engaño al pueblo de Sanlúcar, si lo que denuncia el GIS se demuestra cierto. Esta afirmación se basa en que hasta ser elegido, Juan Salado mantuvo la apariencia formal de pertenencia al GIS para obtener la alcaldía, pese a que ya proclamaba públicamente (incluso en la radio municipal) que no era miembro de ese partido y que no se sentía sujeto a obediencia al mismo, mientras se mantenía en el grupo político que le permitía acceder a la Alcaldía, que no puede ser el resultado de un chanchullo o una triquiñuela , que se burla de la voluntad del pueblo soberano», concluyen.