La oposición llevará al pleno una moción de confianza contra la alcaldesa popular

Este paso se da después de días de negociaciones entre los cuatro partidos de la oposición, PSOE, IU, Vecinos por Palomares y PA , con el objeto de dar un nuevo rumbo al Consistorio y desbancar del sillón de la Alcaldía al PP . En función del día en que se presente finalmente el escrito, el pleno se podría celebrar los últimos días del año o bien en la primera semana de enero.

El 24 de mayo de 2015 se celebraban las elecciones municipales , donde en Palomares del Río el Partido Popular conseguía 973 vot os (31,38%), lo que le daba 5 concejales. El PSOE lograba 3 ediles (754 votos), frente a los 2 de IU (542) y otros 2 de Vecinos por Palomares (458); el PA, por su parte, consiguió un solo edil gracias a los 278 votos obtenidos.

El PP se quedó, por tanto, a dos concejales de lograr la mayoría absoluta , por lo que ha tenido que afrontar el mandato en minoría y logrando apoyos puntuales, especialmente con Vecinos por Palomares.

A las disputas entre los partidos fruto del roce de la gestión del día a día al frente del Consistorio, se fueron uniendo otras en clave interno a raíz del congreso provincial del PP celebrado en mayo de 2017 en el que el salió victoriosa Virginia Pérez y, con ella, los ediles que la apoyaron.

En este caso, en el PP de Palomares, dos: la alcaldesa Lola Rodríguez y David López . En el lado contrario, los que defendieron a Juan Bueno, los ediles «perdedores»: José Manuel de la Villa, Alejandro Romero —el único edil que no cobraba por ejercer su función— y Cristina Cruz .

Entre los dos bandos se ha ido urdiendo en este tiempo una lucha interna que acabó con la salida de una forma u otra de los tres ediles críticos.

En medio de esta guerra salió en pleno agosto la primera posibilidad de que el PP perdiera la Alcaldía al reprobar la oposición en bloque a la alcaldesa , quien no admitió su salida. Los partidos de la oposición criticaban entonces la «ingobernalidad» del Consistorio por parte de tan solo dos personas.

A De la Villa y a Alejandro Romero les retiró la alcaldesa sus competencias, y este último acabó en el mes de octubre en el grupo no adscrito tras pedirle en septiembre al propio PPque sancionaran a Lola Rodríguez por «manifestaciones públicas de descrédito» hacia él tras las declaraciones de la alcaldesa en el pleno de agosto.

Previamente, el 5 de julio se presentó un escrito a la presidenta provincial, Virginia Pérez, en el que se solicitaba un congreso ordinario local firmado por setenta y cinco integrantes del PP de Palomares «ante el grave deterioro de nuestro partido y del gobierno local », esgrimían.

Diez días después, a De la Villa le retiraron sus competencias. Por último, Cristina Cruz renunció a sus delegaciones a finales de julio, dejando bajo mínimos la gestión municipal . La guerra interna alcanzaba ya cotas irreconciliables entre ambos bandos.

Por aquel entonces, la socialista Ana Isabel Jiménez (futurible alcaldesa) declaraba que «las guerras internas de cada partido se deben quedar dentro de cada partido. La alcaldesa nos llamó para decirnos que habían perdido la confianza en De la Villa».

Por su parte, Maribel Resurrección , de Vecinos por Palomares, criticaba que «es difícil que solo dos personas puedan gestionar un pueblo de ocho mil habitantes». «Ha llegado un punto en el que el pueblo se encontraba paralizado», esgrimía Juana Caballer o, de IU-IUPR. Y ese momento llegó, pero con matices.

En el devenir de los acontecimientos hay que apuntar que el 30 de septiembre de este año, el Comité Ejecutivo Provincial decidió poner en manos de una gestora la crisis interna del PP de Palomares , designado a María José Gavira (asesora del grupo popular en la Diputación de Sevilla) como presidenta, quien contaría con el apoyo de Rafael Ruiz, concejal de Los Palacios, y Álvaro Fernández, presidente del PP de Lora del Río.

Del bando de los «perdedores» comentaron en su día que veían con buenos ojos esta gestora siempre que fuera para poner paz en la lucha cainita en Palomares, pero a día de hoy «critican» que no se hayan producido reuniones en las que se buscara la «paz» definitiva.

Con esta moción de censura o confianza se pretende dar un paso más hacia la «estabilidad» del municipio en la que el PSOE de momento c uenta con el apoyo de sus ediles y de la oposic ión.