El juez solicita al Ayuntamiento de Bormujos toda la documentación del contrato del ‘mago Covid’

Para ello, el Ayuntamiento que gobierna el socialista Francisco Molina pagó 18.000 euros a un supuesto experto , aunque de esta labor se encarga la Junta de Andalucía, y además escogió a la empresa Evartisto, siempre listo, especialista en amenizar fiestas para fiscalizar el cumplimiento de las medidas sanitarias entre los escolares del municipio.

Según la resolución de Alcaldía firmada por el propio Molina, el contrato se sacó con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020 con el fin de hacer el seguimiento del citado protocolo frente al coronavirus, aunque las competencias del regidor para esta cuestión también eran y son bastante discutibles.

De hecho, el propio interventor municipal elaboró posteriormente un informe al respecto de ese proceso administrativo en el que reflejaba que la empresa del mago Evartisto carecía de capacidad para optar a ese tipo de contratos de servicio, formulando reparo al vínculo adquirido entre el Ayuntamiento y la compañía de entretenimiento infantil.

El informe, al que tuvo acceso este periódico, indicaba que la empresa había variado su objeto social a posteriori para amoldarse al servicio adjudicado cuando ese objeto social era radicalmente ajeno a las características del contrato público.

Pese a los cambios en los estatutos, el interventor volvió a rechazar la contratación firmada por Molina en un informe posterior, en el que formulaba reparo definitivo de la «factura presentada en concepto de la prestación del contrato de servicio técnico de asesoramiento y seguimiento de protocolos Covid».

Y lo hacía, según recalcaba, «como consecuencia de no contar la empresa Evartisto con capacidad de obrar para la contratación del servicio, según el artículo 2 de sus estatutos» recogidos en las escrituras iniciales, «y tampoco la tiene con la ampliación del objeto social de las escrituras de 27 de enero de 2021, ya que la capacidad de obrar no puede tener carácter retroactivo ».

Asimismo, y en segundo lugar, el interventor subrayaba también «la no coincidencia entre la justificación de la realización del contrato menor dada para la aprobación del contrato y lo recogido en el informe técnico sobre la ejecución real o material del contrato».

Evartisto se dedica a los eventos sociales, como queda reflejado con nitidez en su web. «Hacemos realidad su evento soñado: bodas, comuniones, eventos infantiles, talleres educativos, ludoteca ...», se indica. También organiza fiestas temáticas. «Nuestra experiencia en creación de fiestas nos lleva a ofrecerles una gran variedad y calidad: 1001 noches, Roma clásica, años 80, el circo, vintage...», añade, incluyendo servicio de «montaje, escenario, magia, música clásica, ecología, lectura, rock, salsa...».

«Nuestro personal está totalmente garantizado para la realización de talleres y gestión de zonas de ludoteca de su club social y nos encargamos de los juegos, animaciones, talleres y ponemos en conocimiento de los padres cualquier cuestión que sea necesaria (pipí, hambre...)», concluye.

Por lo tanto, parece evidente que la empresa Evartisto, siempre listo no era la empresa más adecuada para el control sanitario de las medidas del Covid en centros escolares. Por todo ello, es ahora que el juez ha solicitado al Ayuntamiento bormujero toda la documentación al respecto para dirimir si la contratación se ajustaba a derecho.