Una operación policial en la «esquina del gato» de San Juan revela enganches ilegales en 21 bloques de pisos

Cinco de los edificios no cuentan con ningún contrato de suministro

Comienza en septiembre la rehabilitación de 304 pisos de la «esquina del gato» de San Juan

Concentración en la «esquina del gato» de San Juan ante los cortes de luz por el fraude eléctrico en la zona

Momentos de la operación en la «esquina del gato» de San Juan ABC

Nueva operación policial en el el barrio desfavorecido de Santa Isabel de San Juan de Aznalfarache, la popularmente conocida como «esquina del gato», una zona marcada por la exclusión social y cuya transformación socioeconómica constituye toda una asignatura pendiente desde hace décadas.

En concreto, ... la Policía Nacional desplegó la mañana de este pasado martes un dispositivo con efectivos de la Unidad de Intervención Policial y de la Unidad de Caballería, para escoltar a operarios del grupo energético Endesa encargados de desmantelar acometidas ilegales a la red eléctrica, los enganches.

Se trata de un asunto nuclear en el debate público del municipio, que recientemente ha acogido concentraciones vecinales en protesta por las repetidas interrupciones del suministro eléctrico en pleno verano, mientras Endesa asegura que en esta barriada contabiliza un 50 por ciento de fraude en el plano de la contratación del suministro; es decir acometidas ilegales a la red eléctrica; y un 85 por ciento en cuanto al consumo energético, extremo este último que la empresa atribuye a plantaciones de marihuana en el interior de viviendas.

Ello, en un contexto en el que este barrio ubicado junto a la estación de metro de San Juan Alto, cuyas viviendas fueron construidas en 1959, arrastra históricos problemas de carestía y exclusión social, con un paro por encima del 43 por ciento. La barriada figura de hecho en la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e lnclusión Social (Eracis) como zona necesitada de transformación social, a cuenta de su situación a lo largo de las décadas.

En ese marco, tras abordar Endesa un nuevo análisis pormenorizado de las incidencias de fraude eléctrico en la barriada, la intervención acometida este pasado martes durante varias horas de la mañana por los operarios de Endesa protegidos por la Policía Nacional se ha centrado en 21 bloques de viviendas de las calles Venezuela y Panamá, con un índice de fraude eléctrico superior al 90 por ciento, según la entidad.

En concreto, de esos 21 edificios, cinco no contaban con ningún contrato oficial de suministro, seis sólo tenían un contrato de suministro, en su mayoría estaba vinculados a zonas comunes como las escaleras; y los restantes diez tenían una media de tres o cuatro contratos de suministro en vigor, pues en este conflicto pesa la situación de quienes sí abonan sus facturas por el suministro energético pero padecen las interrupciones de electricidad, que los colectivos achacan a una falta de inversión mientras Endesa esgrime el fraude energético conectado con las plantaciones de marihuana.

Un agente acompaña a los operarios ABC

El elevado consumo energético de las mencionadas plantaciones de marihuana, alimentadas mediante acometidas ilegales a la red; provoca según Endesa las saturaciones en la red y los citados fallos en el abastecimiento, de especial incidencia cuando ocurren en periodos críticos como el verano.

Tras la intervención acometida, que se habría prolongado varias horas sin que consten incidentes, el consumo energético contabilizado por Endesa en el entorno en cuestión se ha reducido un 42 por ciento, lo que reflejaría el papel que juega el fraude eléctrico en este entorno urbano caracterizado por situaciones de pobreza y también de delincuencia.

Para este mes, por cierto, está previsto el comienzo de las obras de rehabilitación promovidas para 304 de las 524 viviendas de esta barriada de Santa Isabel, una importante actuación subvencionada con casi 5,8 millones de euros de fondos europeos, para la mejora de un entorno urbano cuyas viviendas datan de 1959 y están marcadas por carencias de habitabilidad.

Las obras, impulsadas por el Ayuntamiento junto con las comunidades de propietarios, contemplan una mejora de los aislamientos de las viviendas con la intención de aumentar su eficiencia energética; nuevos sistemas de aislamiento térmico, el saneamiento y el aislamiento de las cubiertas, la sustitución de ventanas y balconeras, la renovación tanto de la instalación eléctrica como la de saneamiento de las zonas comunes o la sustitución de cubiertas de fibrocemento.

Según la memoria técnica de este proyecto, esta barriada entró «en un proceso de deterioro físico y social» allá en los años 80 del pasado siglo por «las problemáticas sociales propias de este tipo de barriadas con características de exclusión»; extremo agravado desde la gran crisis económica internacional de 2008, con un «retroceso en sus condiciones de convivencia y habitabilidad por el traspaso irregular de viviendas, los desahucios y las ocupaciones ilegales»; hasta caer en una «espiral de exclusión y falta de regularización en cuanto a la tenencia de muchas de las viviendas», lo que da una idea de las complejidades de afronta esta zona de San Juan.

 

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