Rápidamente, avisaron a la Guardia Civil, quien se personó de inmediato, determinando que se trataba de un intento de ocupación y frustrando el mismo.
Cabe destacar que las personas que se encontraban forzando el acceso a la vivienda contaban con numerosos antecedentes policiales y que, además, las joyas de oro de numeroso valor era parte de su indumentaria, haciendo sospechar que podría tratarse de personas con alto nivel adquisitivo.
Se baraja la hipótesis que las personas que perpetraron el forzamiento de la puerta blindada de acceso se trate de integrantes de grupos dedicados a estas acciones para luego poner las viviendas a disposición de terceros a cambio de contraprestaciones económicas.
La rápida intervención de la Guardia Civil del Aljarafe consiguió frustrar una práctica delictiva que genera un gran desasosiego entre los vecinos que la padecen, máxime, cuando estas viviendas, lejos de convertirse en residencias al uso, son empleadas para la comisión de otros hechos delictivos.
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