La «crueldad» del asesino del 'Pituli' en Valencina: «Después se puso a cortarlo en pedacitos»
El fiscal califica de «inhumanos» los hechos; la defensa del acusado recuerda que su cliente, de 24 años, admitió los hechos pero alega que se trata de «un enfermo mental»
Piden más de 20 años de cárcel para el acusado del asesinato del 'Pituli' en Valencina de la Concepción
Sevilla
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónJosé Alejandro P.N. tiene 24 años y desde este lunes se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Sevilla para ser juzgado por un tribunal popular como presunto autor del asesinato de Juan Antonio B.C., conocido en ... Valencina de la Concepción como 'Pituli'. Primero lo agredió con una muleta y cuando ya lo tenía en el suelo le asestó más de cuarenta puñaladas por todo el cuerpo. El fiscal del caso ha calificado el crimen como «cruel e inhumano»: «Y después se puso a cortarlo en pedacitos para ocultar su cuerpo».
La Fiscalía solicita para Alejandro 20 años de cárcel por el asesinato y tres meses de prisión por profanación del cadáver. El abogado de los tres hijos de la víctima pide 25 años y cinco de meses de cárcel por ambos delitos. Junto al acusado se sienta en el mismo banquillo Marta M.D., la que fuera pareja en el momento de los hechos de 'Pituli', con quien convivía en el número 39 de la calle García Lorca de Valencina, donde ocurrieron los hechos el 27 de julio de 2020, en plena pandemia. Marta tiene reconocida una incapacidad del 65 por ciento y está acompañada en la vista oral por un tutor.
Esos días, el principal acusado, vivía con los otros dos protagonistas de esta historia. Los hechos ocurrieron entre las cuatro y las seis de la tarde del citado día. Según la Fiscalía, fruto de una discusión previa entre los dos varones, el acusado, «con el claro propósito de acabar con su vida o siendo consciente del riesgo que creaba para su vida y de las altas probabilidades de producir su óbito», golpeó a la víctima «violentamente» con una muleta hasta que cayó al suelo, momento en el que cogió un cuchillo de cocina con el que le apuñaló presuntamente en más de 40 ocasiones en cara, cuello y pecho. «Un sufrimiento brutal y gratuito hasta que muerte. Le llegó a saltar un ojo», ha precisado el fiscal.
Desproporción de fuerzas
El representante del Ministerio Público, que indica que hubo alevosía y ensañamiento en la actuación de este individuo, ha insistido en el primer día del juicio en que la desproporción de fuerzas entre víctima y agresor dada su diferencia de edad (22 años en el momento de os hechos frente a 58 años), su estado de salud, su complexión física, el fallecido medía 165 centímetros y pesaba 67 kilogramos, y la ingesta previa de metadona y alcohol». Ambos eran consumidores de droga, según el fiscal.
Tras la agresión que acabó con la vida del 'Pituli', «faltando al respeto que merecía la memoria del fallecido», el investigado se propuso deshacerse del cuerpo mediante la fragmentación del mismo. «Quería dejarlo a cachitos». No lo logró.
Sobre la acusada, la Fiscalía indica que «permaneció presente durante todo el ataque, pero nada pudo hacer para impedir la muerte de su pareja sentimental por lo repentino y violento de la agresión». No obstante y por eso la acusa de encubrimiento, pidiéndole doce meses de prisión, ambos para impedir el descubrimiento de los hechos intentaron deshacerse del cadáver. Ella introdujo en la vivienda uno de los contenedores municipales que se encontraba en la misma calle, al que arrojó una bolsa de basura con restos de sangre y la muleta empleada en la agresión.
El carrito del supermercado
Mientras tanto, el acusado «se desplazó hasta un supermercado cercano, regresando con un carro metálico que utilizaría para transportar el cadáver». En un momento determinado, la acusada llamó a la Policía Local para contarle lo que había pasado, lo que se aprecia por la Fiscalía como una atenuante de confesión. La Policía Local y la Guardia Civil pillaron al acusado «in fraganti», con el carrito del supermercado y el cadáver. Siguiendo con las atenuantes, la Fiscalía considera que en ambos acusados existe una afectación por enfermedad mental pero «de forma leve».
Precisamente, la defensa del principal acusado pide la absolución de su cliente, que ya reconoció los hechos, por ser un enfermo mental. «No se discute cómo ni quién mató a Juan Antonio, sino en qué condiciones mentales estaba» Alejandro, quien acudió a Salud Mental con ocho años, consume droga, está en una situación de abandono y tiene «problemas de adaptación social».
De otro lado, la defensa de Marta ha explicado que la llamada de su cliente para contar lo ocurrido ese día en la calle García Lorca de Valencina es clave en el esclarecimiento de los hechos, lo que ha supuesto un coste de «cero» euros a la sociedad, en comparación con el caso de Marta del Castillo, alusión que le ha valido para que la presidenta del tribunal le advirtiera de no introducir otros casos que nada tienen que ver con este crimen.
Ella recibió amenazas, incluso de muerte, por el principal acusado para que no contara lo sucedido, según su abogado. «¿Qué harían ustedes? ¿Se abalanzarían contra esa persona? Estaríamos ante un doble asesinato», ha indicado el letrado dirigiéndose al jurado. «Ella no pudo hacer nada», ha insistido, presentando a su clienta como «una heroína» por la llamada. Pide la libre absolución para ella.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete