Trampas para cazar ciclistas en Alcalá de Guadaíra

En la zona del Puente del Dragón de Alcalá y en el entorno del molino del Realaje hay un lugar que tiene todos los requisitos para hacer disfrutar a los aficionados al mountain bike: un terreno escarpado surcado de caminos entre eucaliptos, con bajadas y subidas, curvas, caminos en cuesta, cambios de nivel que les permiten hacer saltos… Esto hace que muchos ciclistas frecuenten esta zona. No sólo de Alcalá, también son muchos los de Sevilla o de Huelva que lo hacen. Muchos de ellos son deportistas de competición que encuentran aquí una buena pista de entrenamiento. La zona no está vallada y el acceso a la misma, próxima al río Guadaíra, es libre.

Pero desde hace unas semanas, esta práctica se ha convertido en algo peligroso. Alguien les pone trampas en los sitios donde más peligrosas resultan. Troncos cruzados en el camino, piedras,  trozos de madera que pueden clavárseles en caso de caída, o lo más peligroso tanzas colocadas entre dos árboles a la altura de la cabeza . Uno de ellos se libró por poco de una de estas últimas, pudo agacharse a tiempo y la tanza le golpeó el casco, de no haberlo hecho, le hubiera golpeado en la cara o en el cuello. Asusta pensar la consecuencia, porque según explica un ciclista que frecuenta la zona en algunas bajadas pueden alcanzar una velocidad de unos 40 kilómetros hora.

El caso más grave ha sido el de un ciclista que se cayó y tuvo que ser trasladado en ambulancia, fueingresado y estuvo grave a consecuencia del golpe en una caída en una de las trampas colocadas en uno de los lugares en los que suelen practicar saltos, con clara intención de provocar un desequilibrio al tomar tierra tras el salto.

Joaquín Cabello es uno de los ciclistas que frecuenta la zona con su bicicleta. Hace pocos días pasó con un grupo de compañeros por la zona. Retiraron todos los obstáculos y las trampas que encontraron y que claramente habían sido colocados adrede. Tras esto comenzaron a practicar su deporte pensando que estaban seguros. Pero una media hora después pasaron por la misma zona y encontraron todos los obstáculos colocados en el mismo lugar. Alguno de ellos eran troncos de grandes dimensiones. Ellos necesitaron varias personas para moverlo.

Joaquín considera lo que primero pensaron que podría tratarse de una broma de mal gusto se ha convertido en algo que pone en peligro la vida de las muchas personas que frecuentan el lugar y entre las que además de ciclistas también abundan corredores, sobre todo los que practican trail por ser también un lugar idóneo para ello.