Un dron sobrevuela y se cuela hasta las celdas en la cárcel de Alcalá de Guadaíra
Un vídeo grabado desde el propio aparato demuestra la asiduidad y facilidad con la que estos vehículos no tripulados están accediendo a las prisiones de Andalucía
Los funcionarios siguen advirtiendo de la introducción de drogas, armas y móviles a peligrosos reclusos por este sistema
Cambio en la subdirección de seguridad de la cárcel de Sevilla II, donde se han denunciado seis agresiones sexuales en 2025
María Almagro
El vuelo es espectacular. Una buena noche sin mucha nubosidad deja clarísimo el trayecto que hace este dron que, ni más ni menos, se dirige hacia la prisión de Sevilla I, en Alcalá de Guadaíra. Las imágenes que acompañan esta información así ... lo demuestran. No hay mucho más que decir. El aparato no solo sobrevuela este centro penitenciario sin problema aparente, sin ser captado o inhibido, sino que planea con una velocidad bastante moderada -no se anda con prisas- hasta llegar a las ventanas de las celdas de los internos.
El trayecto queda claro. En un momento se ve como con una cuerda desprende lo que podría ser una bolsa y que cae a uno de los patios sin que se llegue a apreciar exactamente que es. Pero, da igual, parece que cae, una bolsa... en una cárcel, y que una sombra lo recoge corriendo. Pero hay más. El vuelo no queda ahí sino que continúa y se dirige hacia una de las ventanas que está alumbrada. Entonces aparecen unos brazos que con ayuda de una escoba y entre las rejas intenta coger algo que ha caído sobre ese entretecho.
Este vídeo al que ha accedido ABC está grabado por este dron hace unos días. Es reciente. Y el hecho en sí, es decir, que un dron sin control pueda sobrevolar y acceder y llegar hasta las celdas de presos o lugares donde dejarles lo que quieran es, como se demuestra con la imagen, una realidad.
Así lo están denunciando de manera reiterada los funcionarios de prisiones de todas las cárceles andaluzas pidiendo a la Secretaría General de Instituciones Penitencias y, por tanto, al Ministerio del Interior, que les doten de más medios y recursos para poder extremar la vigilancia.
Porque esta nueva 'incursión' ocurrida esta vez en Sevilla no es aislada. Por ejemplo a principio de septiembre otro dron se llegaba a colar en el centro penitenciario de Botafuegos en Algeciras para llevarle a un preso, hasta la ventana de su celda, 200 gramos de hachís. A un recluso, de origen marroquí, que cumple una condena de cuatro años y tres mees por un delito de homicidio, tenencia de armas sin licencia y con múltiples expedientes disciplinarios la cárcel, entre ellos organizador de materiales prohibidos. También está pasando de forma habitual en las de El Puerto, Puerto I y Puerto III con mayor incidencia. Y también en otras ocasiones, en las prisiones sevillanas, se ha denunciado que reclusos yihadistas podrían estar recibiendo también móviles por este sistema.
Los sindicatos CSIF y ACAIP denuncian que desde hace años y hasta la fecha, los drones interceptados están transportando drogas (heroína, cocaína, hachis), psicofármacos, teléfonos móviles de última generación, tarjetas sim o cargadores de móviles. Además y según fuentes policiales ya hay hasta grupos organizados que se dedican a hacer este 'teleservicio' a los que les pagan por ello generosas cantidades desde la cárcel.
Como se alerta, el impacto para la seguridad de la prisión es múltiple: los teléfonos móviles facilitan la comunicación entre presos y redes delictivas externas, la droga atenta contra la salud del interno, además de generar amenazas, agresiones, coacciones o ajustes de cuentas, también altera el buen funcionamiento del centro y el objetivo primordial del sistema penitenciario, la reeducación y reinserción social.
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