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¿En Irlanda no hay puchero?
Siete jóvenes de Carmona, Mairena del Alcor, Los Rosales y La Campana hacen las maletas para buscarse la vida fuera de España
¿En Irlanda no hay puchero?
Están buscando un camino que les conduzca al futuro. Ya han recorrido algunas etapas de formación, ahora la ruta apunta más lejos, al extranjero. Van a buscar los medios para buscarse la vida, en forma de aprendizaje y experiencia. Dicen que son la nueva versión ... de los inmigrantes de los años 50 y 60 . Se dan datos y números sobre la evolución de los jóvenes que se marchan a otro país, pero para ellos es más sencillo.
Son siete jóvenes. Son de Carmona, Mairena, La Campana y Los Rosales. Participan en el programa europeo Erasmus +, que ha sido promovido por el Ayuntamiento de Carmona . Son alumnos de los ciclos formativos de grado medio de Cocina y Gastronomía, Gestión Administrativa y Restauración que se imparten en los institutos de enseñanza secundaria Arrabal y Maese Rodrigo de Carmona.
Ahora inician una nueva etapa formativa que les permitirá recibir formación laboral becada durante nueve meses en Italia, Irlanda y Portugal; en concreto, en Florencia, Cork y Lisboa , respectivamente. Su historia comienza ahora, pero ellos ya tienen un guión de sueños para guiarse. Yesica González , quiere ser maìtre es consciente de que necesita inglés. Ha trabajado en un restaurante de Sevilla y quiere seguir ese camino. Montar su propio negocio también figura entre las opciones que le da a su propio futuro.
Yaiza Ruano es una enamorada de la pastelería. Tiene un blog (payai.wordpress.com) que es toda una declaración de intenciones. Lo titula «El dulce toque de Yaiza» y su lema es «Repostería creativa como forma de vida» . Ahora su aspiración es conocer la pastelería de otros países y afirma que Italia es uno de los referentes.
Ana Martínez también marcha a Florencia y también tiene intención de hacer de la pastelería su forma de vida. El viaje y la estancia son para ella una oportunidad muy grande de aprender.
Estefanía Fernández marcha a Lisboa con la ilusión de trabajar en la administración de una empresa importante.
Miguel Ángel Roldán tiene una clara vocación de cocinero. Ha trabajado en el Hotel Alfonso XIII y ahora marchará a aprender a Lisboa. Le interesa sobre todo la repostería y entre sus sueños hay uno que tiene un rótulo en la puerta «La Tahona de Miguel».
Daniel Arroyo, también irá a Portugal con la intención de aprender cocina. Su idea es lograr un buen puesto en un hotel.
Mariángeles Abeja viaja a Cork, en Irlanda y hará sus prácticas como auxiliar administrativo. Su intención es trabajar en el sector del marketing. Ella es una de los que tiene claro que su intención es volver a España. Pero varios de ellos se muestran dispuestos a quedarse en el extranjero si comprueban que allí las oportunidades son más, (aún a expensas del disgusto de sus padres, apuntan las chicas).
Para la mayoría es la primera vez que van a vivir fuera de sus casas, así que la experiencia tiene mucho aventura y un componente de incertidumbre. Para mitigarla recurren al testimonio de otra estudiante que ya completó la experiencia y que ha vuelto de Cork con un sonrisa de satisfacción.
Su balance en lo laboral es de gran aprendizaje; en cuanto al idioma, los nueve meses de estancia le han servido para dominar el inglés, aunque aclara que a los irlandeses resulta imposible entenderlos al principio por el acento de su pronunciación; en lo personal ha ganado en independencia y en experiencias.
Allí pudo relacionarse no solo con irlandeses, sino que personas de otros países en su misma situación. Y también disfrutar de los paisajes y de las fiestas, claro. En cualquier caso, Ana piensa seguir el consejo de su madre, cuando realizó una experiencia parecida a la suya en Londres : « Cuando vayas subiendo las escalerillas del avión, no se te ocurra mirar para atrás».
Puchero, aceite y jamón
En materia de extranjería, el punto débil de los españoles parece claro que está en la cocina. Cuando los alumnos que partirán desde Carmona ponen en común sus preparativos, muchos de los detalles técnicos hacen referencia a este tema: « ¿Se puede llevar una botella de aceite en el avión?» , «¿conocéis algún sitio dónde envasen jamón al vacío?». Y una duda trascendental que agobia a varios de ellos: «¿Allí no hay puchero ?». Luego está el frío, claro. Su predecesora en Irlanda los tranquiliza. Allí abundan los grandes almacenes de una marca conocida por sus bajos precios donde pueden encontrar abrigos bien forrados. También esperan encontrar tiempo para la diversión y la relación con el paisanaje. En Irlanda deberán acostumbrarse primero a su forma de comportarse «demasiado empalagosa» , les adiverte.
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