Esperanza Saavedra, ¿la «heredera» de Sánchez Gordillo al frente de Marinaleda?

El plan de Gordillo es simple: coloca como alcaldesa a quien durante estos años ha sido su mano derecha, Esperanza Saavedra, pero se queda como concejal. Con esta jugada, el político se aferra a su sillón en el Ayuntamiento y deja en el aire la cuestión de si no ejercerá en la sombra mientras Saavedra solo figura en la foto. Después de 35 años gobernando un municipio, esta retirada a medias levanta suspicacias.

Fuentes cercanas al SAT (el Sindicato Andaluz de Trabajadores) con los que ha hablado ABC de Sevilla aseguran que este cambio no altera mucho las circunstancias de la política del pueblo. Y aunque insisten en que la decisión no es oficial, ellos ya hablan en femenino de «la alcaldesa», a la que llaman «Espe» «Juan Manuel [por Sánchez Gordillo] es una persona con una agenda muy ocupada y cuando ha tenido que estar en otro lado ella se ha hecho cargo de todo». Continuidad en los nombres y en la acción, pues. La «sustituta pasa a ser cabeza de cartel, pero a su lado tendrá a su mentor.

En todo caso desde el SAT ven con buenos ojos a la «delfín» de Gordillo como cabeza visible del Ayuntamiento. «Esperanza es una persona que tiene experiencia, capaz de trabajar por Marinaleda». Una de las sindicalistas que se ha pronunciado sobre la más que probable nueva líder de Marinaleda tiene solo buenas palabras sobre ella: «La conozco desde que era una niña, es muy capaz y trabajadora».

Descartan problemas cuando Gordillo dé el paso atrás y deje a Saavedra tomar el bastón de mando: «Él la va dejar trabajar». La línea política de Marinaleda no se espera que cambie ni un ápice. Como se ha señalado, Saavedra ya ha ejercido de «sustituta» de Gordillo. El contunismo parece ser la clave. Sin cambios en el horizonte.

Aunque todo apunta a que Esperanza Saavedra será la próxima alcaldesa de Marinaleda, el sistema de gestión del municipio puede llevar a sorpresas. En el pueblo, todo se decide por asamblea. Quienes están cerca del comité quieren dejar claro que, aunque Saavedra es la sustituta oficial de Gordillo y de hecho ya la llaman alcaldesa, hasta que no esté aprobado, «cualquier compañero o compañera puede ser el alcalde». En todo caso, el elegido tendrá dos tareas: gestionar el pueblo y lidiar con su exjefe, ahora su subordinado como concejal raso.