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EN CUARENTENA

Desierto

Alejandra Navarro González de la Higuera

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A los «abunas» y a mis hermanos peregrinos en la tierra del Señor

El desierto en Israel es pedregoso, recio, aristado y punzante. Las rocas se retuercen sobre sí mismas, enfundadas en capas de mineral milenario, como si no quisieran abandonarse al lugar y ansiaran ... formar parte de una próxima Jerusalén cuyos umbrales se adivinan en el horizonte. El desierto es desolación, silencio y abandono, un espacio recóndito y abierto a la vez donde Jesús pasó cuarenta días para que el demonio lo tentara antes de comenzar su ministerio y predicar su mensaje de salvación por el amor.

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