En la Semana Santa de Sevilla aún hay una silla para la esperanza. No está todo perdido. Cuando las ofertas del todo a cien del bordado proveniente de países asiáticos comienzan a introducirse peligrosamente en nuestras cofradías, llenas de juntas de gobiernos ávidas de estrenos ... para su mayor honor y gloria, se ha abierto una rendija al optimismo. ¿Qué será lo próximo? De momento las alertas se ponen sobre las obras textiles...
Pero no todo es negro lo que reluce. Frente a quienes se dejan llevar por lo cuantitativo, con materiales y mano de obra más económica, algunas corporaciones dan muestra del resultado de la ecuación basada en el conocimiento, el diseño, la técnica y la artesanía en su máximo esplendor. El resultado tiene una palabra, excelencia, no cabe otro concepto.
La última muestra va a brillar el próximo Miércoles Santo en el barrio de Nervión, cuando la hermandad de la Sed ponga a su Virgen de Consolación en la calle con un extraordinario manto, cuya primera puntada se dio en 2018.
El diseño del malagueño Fernando Prini, las manos de Charo Bernardino, la conjunción de tisú de oro, terciopelo azul y malla, el Árbol de Jesé o María, como Madre de la Iglesia, elementos todos que vienen a rematar el proyecto de la corporación de Nervión para su Virgen, a falta del techo del palio. Si el año pasado fue el Buen Fin y el misterio nacido en el taller de Darío Fernández, este año vuelve una cofradía del Miércoles Santo a protagonizar el gran estreno de la Semana Santa.
Además de la maestría de esta pieza única y original, este proyecto deja otra lección para las hermandades. La iniciativa la comenzó un hermano mayor y el fruto lo presentó hace unos días a Sevilla otro hermano mayor. El colectivo gana al individualismo. Frente a aquellos que caminan con el ego como traje de chaqueta, lo que ha hecho la Sed es una réplica, en una escala de tiempo más reducida, al paso de la Virgen de la Angustia de los Estudiantes, el paradigma de cómo tiene que actuar una corporación. Un diseño, un plan de ejecución y un objetivo. No importa el tiempo, sólo la excelencia. Lástima que no corriera la misma suerte el diseño de Joaquín Castilla para el paso del Cristo de la Buena Muerte. Ojalá cunda el ejemplo por el bien de Sevilla. Pakistán está muy lejos.
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