Utrera madruga para rezar cantándole a la Virgen de Consolación de forma extraordinaria
La patrona de la localidad recorrió las calles aledañas a su santuario en un rosario de la aurora extrordinario este 8 de septiembre acompañada de la música de su coro
La provincia de Sevilla se vuelca con las procesiones de la Virgen del 8 de septiembre
La Virgen de Consolación saliendo de su santuario
En la constelación de celebraciones en torno a la imagen de la Virgen que hay en la provincia de Sevilla el 8 de septiembre, una de las que más brillan cada año es la de Utrera con la Virgen de Consolación. Dicho brillo se ... ha acentuado más si cabe este año, ya que la patrona de la ciudad salió a la calle con las primeras luces del día para presidir un rosario de la aurora extraordinario.
375 años se conmemoran de la fundación de la hermandad dedicada a una devoción que cuenta con muchos más a sus espaldas y que siempre recibe a numerosos peregrinos llegados de distintas localidades de la provincia en la mañana de la Natividad de María. Así ocurrió este lunes, cuando los fieles fueron caminando durante toda la madrugada hacia el santuario de Consolación, en cuya explanada aguardaban expectantes numerosos devotos poco antes de las ocho de la mañana.
Acababa de amanecer cuando la alcaldesa perpetua de Utrera aparecía bajo el dintel del templo portada por sus fieles en unas sencillas andas, pero revestida con sus mejores galas. Repicaron las campanas y, tras el rezo del primer misterio del rosario, comenzó a cantar su coro, aquel que hizo las delicias de muchos sevillanos en la ya histórica noche del 8 de diciembre de 2024 por la feligresía de Santa Catalina, cuando la Virgen regresaba de su participación en la Magna, en la que cautivó a no pocas personas.
Hora y media en la calle
'Y septiembre llegó' es el nombre de la composición musical estrenada para la ocasión por las voces de los utreranos y utreranas que durante poco más de una hora y media se dejaron las gargantas cantándole a su patrona. La rosa tempranera recorrió el Real de Consolación en un sencillo y breve itinerario que, no obstante, estuvo exornado con arcos y guirnaldas de flores de papel, banderas, colgaduras e incluso una cúpula llegada de Benacazón. Posiblemente aquella fuera la importación más lejana, nada de Pakistán.
El Real de Consolación, engalanado para recibir a la Virgen
Tampoco había nada impostado entre la bulla que arrastraba la Virgen de Consolación. Los rezos se alternaban en perfecta armonía con las plegarias cantadas por el coro, dando paso en la parte final de la procesión a los momentos de fervor más exaltado con palmas, vivas y muchas sonrisas. Los más madrugadores se mezclaban en una marabunta de camisas blancas con quienes prácticamente venían de empalme de una alegre noche en el cercano recinto ferial, y estos con las numerosas personas llegadas de todos los rincones, muchas de ellas de Sevilla. Ninguna quiso perderse tal manifestación popular de fe.
Tras la recogida de la Virgen en su santuario, las puertas del mismo no se cerraron, sino que, al igual que había ocurrido durante las horas previas a la salida, siguieron y siguen acogiendo a todo el que quiera detenerse a ver a la imagen y a rezar ante ella, con una veneración prevista hasta las once de la noche de una jornada marcada en el calendario de los cofrades y en el corazón de los utreranos.
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