La Cena-San Roque-Amargura
El 'trenecito' no mejora el Domingo de Ramos: urge una revisión
El trayecto encadenado de la Cena, San Roque y la Amargura tras la Catedral, que ya cabalgaban sobre un retraso generalizado entre recesos e imprevistos como los del árbol del Duque, se demostró como una mala solución para esta jornada inaugural

Dicen que el tren más lento del mundo es el Glacier Express, que tarda ocho horas en recorrer los 291 kilómetros de su trayecto por los Alpes suizos. Que ya es más rápido que el AVE de Extremadura. Y que el ... misacantano 'trenecito' de este Domingo de Ramos que encadenó los recorridos de hasta tres cofradías, que ya cabalgaban sobre un retraso generalizado entre recesos e imprevistos como los del árbol del Duque, desde la Puerta de Palos de la Catedral y hasta la 'despedida' de la calle Francos, en el cruce de la Cuesta del Rosario. Un pelotón que entre las tres cofradías acumulaba un montante de 3.000 nazarenos y siete pasos, y que tardó más de una hora en cumplir con el horario previsto. Por lo tanto, cabe pensar que esto merece una revisión de urgencia para que la carrera oficial recobre el dinamismo recomendado.
Si el objetivo inicial de estas reordenaciones era aligerar el horario en que las cofradías se encierran en sus templos, no parece que a través de este lentísimo 'trenecito' se vaya a conseguir, pues al cierre de la edición de este periódico el acumulado sobrepasaba la hora de retrasos. Recordemos que hace un año ya puso negro sobre blanco la junta de las Siete Palabras los 508 metros que realizan 'pegados a la rueda' Cena-San Roque-Amargura. Que entre los recesos e imprevistos hicieron eterna la jornada. Pasadas las diez y media de la noche, la parálisis era absoluta en los últimos tramos de la Amargura en la Catedral. Una cofradía manifiestamente apelotonada en sus últimos tramos, que salió una hora más tarde de lo anunciado de la Puerta de Palos (23:01 horas).
Un retraso que se hacía mayor en los cortejos de las que venían a su espalda, con los nazarenos de la Estrella prácticamente parados y algunos niños de la Borriquita ya dormidos sobre sus carritos cuando Álvaro, en su última estación de penitencia luciendo la túnica blanca antes de vestir el ruán, tomó la palabra a las once menos once minutos de la noche (casi seis horas después de lo que estaba previsto) para pedirle la venia al arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que, envuelto en una chaqueta como la de aquella fría noche de la Magna, se la concedió: «Que el Señor os bendiga y María Santísima os acompañe». Y entraba la Cruz de Guía de la cofradía de la colegial del Salvador con su palio de la Virgen del Socorro aún entrando en la calle Cuna.
No tardó tanto en llegar la cruz de guía de la Cena a la iglesia de los Terceros, que era la primera en dispersarse del trayecto compartido con San Roque y Amargura. Era por lo tanto la primera edición de este 'trenecito' que venía a suceder a tan polémico pelotón que antaño componían la Cena-Hiniesta-San Roque. Y esta prueba del algodón resultó cristalina: mala solución.
Uno de los grandes objetivos de aquella sonada reorganización de las cofradías era evitar los retrasos; pero si la locomotora no avanza, el furgón de cola se retrasa. Lo que tanto se intenta evitar, se daba a primera hora de la primera noche de esta Semana Santa: que hasta tres cofradías abandonaron en el mismo sentido la Catedral de Sevilla.
No permitió la lluviosa jornada del Domingo de Ramos del 2024 conocer cómo se desarrollaría este novedoso 'trenecito' que, una vez conocido, decimos que conviene reestructurar de cara al próximo año. Habían abandonado ya muchos espectadores de la carrera oficial sus sillas cuando aún quedaban dos cofradías por completar su estación de penitencia a la Catedral. Era medianoche y todavía no la había abandonado la Estrella, que tenía previsto hacerlo a las 23:12 horas. Y ya se cerró la edición de este periódico cuando hizo lo propio la cofradía del Amor, tan larga como pocas veces se le ha conocido desde que en los años setenta separó sus tres pasos.
Venía esta situación incluso a avalar la decisión del Cecop de mantener el control del aforo de ese entorno de la calle Francos, una vez que las cofradías del trenecito habían acumulado un retraso de más de una hora, llena la céntrica calle desde mucho tiempo antes de la hora inicialmente prevista para ver de corrido a las tres hermandades del 'trenecito'.
Tal y como confirmaba el Consejo de Cofradías, la Cena abandonó la Puerta de Palos a las 21:18 horas, acumulando 31 minutos de retraso; San Roque salió de la Catedral a las diez de la noche, o sea, con 38 minutos de retraso; y por último la Amargura, que acumulaba 59 minutos de retraso cuando a las 23:01 salió por la Puerta de Palos. De esta manera comenzaba un trenecito que se hizo interminable hasta que el palio de María Santísima de la Amargura se despidió, en última instancia, de la calle Francos. Habrá que reflexionar de cara al 2026...
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