¿Hay una solución ante el imparable incremento de nazarenos en las cofradías de Sevilla?
Los gobernantes de las hermandades y los cofrades coinciden en que es necesario aplicar medidas, no se ponen de acuerdo en cuáles
La sobredimensión de los cortejos de nazarenos asfixia la Semana Santa de Sevilla

El abultado crecimiento de los cortejos de las cofradías en los últimos años, que ha visto en la Semana Santa de 2025 su máximo histórico, deja una importante problemática –a la que también contribuyen otros factores– al no haber tiempo ni espacio material ... para que las comitivas puedan discurrir con normalidad y preservando su integridad, dignidad y decoro sin interferir en el resto de las cofradías de la jornada ni dejar retrasos acumulados.
Encontrar una solución a esta situación que cada año va a más es difícil. El hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, está convencido de que su corporación lleva desde que comenzó su mandato haciendo todo lo que está en su mano, y que son «el resto de cofradías» de su jornada las que tienen que «hacérselo mirar y aplicar medidas» para evitar los importantes retrasos y parones que se han dado este año. La Madrugada terminó con 57 minutos de retraso en la Catedral, mientras que Cabrero destaca el «esfuerzo ímprobo» realizado por su diputado mayor de gobierno y todos los hermanos para dejar únicamente cuatro minutos de retraso.
Por su parte, Ignacio Soro, hermano mayor del Gran Poder, confía en la «autorregulación» que debe estudiar cada una de las hermandades y en el «espíritu de fraternidad» de ayudarse las unas a las otras. No cree que haya una única solución, y se declara «enemigo de limitar las comitivas de las cofradías» al tratarse de un derecho y un deber del hermano. Además, señala que «todo el peso no puedo caer sobre el nazareno, que es siempre el más perjudicado». Soro insiste en que «cada hermandad deberá estudiar su problemática y aplicar las soluciones que vea pertinentes sin perjudicar a las anteriores ni a las posteriores».
Un asunto delicado
Quien sí cree en dar con una solución global, por complicado que sea, es Manuel Román, presidente del Consejo de Cofradías entre 2000 y 2008. El que fuera hermano mayor de San Esteban es un firme defensor de limitar de alguna manera los nazarenos y también los integrantes de las bandas: «Habría que acotarlos en proporción al número de hermanos de cada corporación». Aunque no sabe quién tiene la solución, recuerda la obligación que tienen los hermanos de hacer estación de penitencia según las reglas de las hermandades, pero a la vez destaca que «el número es desorbitado». Reconoce que sería delicado y difícil tener que negarle a un hermano poder salir, aunque propone la alternancia como posible medida: «Urge una solución. Si un año no me toca salir, hago la penitencia no saliendo». Sin embargo, para Román todo ello debe partir del consenso de todas las hermandades.
En los últimos años se ha pasado de acortar los recorridos de las cofradías a alargarlos, dando mayores rodeos ya sea a la ida o a la vuelta para poder dar salida a todo el cortejo de hermanos y que este no deje nunca de andar. Ha ocurrido en la llegada a la carrera oficial, con numerosas hermandades que han optado por Daoiz y San Andrés o por Santa Bárbara y Jesús del Gran Poder para llegar al Duque; a la salida de la Catedral, como la Estrella este año rodeando la plaza del Triunfo; o por imposición en casos como el cruce de la Esperanza de Triana y el Gran Poder en el entorno de Reyes Católicos y San Pablo. Son parches que pueden ayudar pero que en ninguno de los casos es una solución definitiva.
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