aniversario
Un siglo de fe y devoción: Carmona une generaciones en la romería del centenario de la Virgen de Gracia
La hermandad ha conseguido sembrar una importante semilla joven en torno a la Patrona
La romería de la Virgen de Gracia de Carmona, en imágenes
Valme J. Caballero
Carmona
Ni el calor, ni el día, ni las vacaciones de verano han podido con la Fe que despierta la Virgen de Gracia en Carmona. Cien años de romería se han celebrado en esta localidad sevillana en la que el blanco y ... reluciente Simpecado de la Patrona ha marcado el paso con el que ha caminado su pueblo y sus devotos, no sólo en esta jornada sino a lo largo de la historia.
De forma especial comenzaba el día, con la Santa Misa al aire libre – una novedad recuperada de hace más de treinta años-, en el Paseo de la Feria, oficiada por el párroco de San Antón, Sergio García, quien en su homilía ha resaltado que «cada canto es una alabanza» y que había «que vivir con la alegría de servir, como lo hace el equipo humano de esta hermandad, con el que la devoción a María, llena de Gracia, se está expandiendo». De hecho, se ha congratulado porque habían comulgado más de 400 personas y al oficio habían asistido muchas más, dado que al no estar en un Templo cerrado la capacidad se había multiplicado y ha propiciado una mayor asistencia de fieles.
Por su parte, la hermana mayor de la hermandad, Concha Gavira, vestida de flamenca, caminaba ante la carreta del Simpecado con una sonrisa, saludando a las decenas y decenas de personas que se acercaban a ella para felicitarla por la organización y con las que compartía momentos de alegría expresada en besos y abrazos. «Estamos muy contentos, la verdad, y hemos notado que pese a ser el día que es, final de mes y de verano, hay más personas que otros años», afirmaba. Entre los romeros llamaba la atención la cantidad de jóvenes que había: ellas con sus trajes de flamenca y ellos, con sombrero y cinta en el mismo.
El 'moñito'
Lo que caracterizaba a todos los romeros, y a quienes contemplaban la romería a su paso, era el popularmente conocido como el 'moñito', un lazo con la bandera de España y dos siluetas de la Virgen que se vende exclusivamente el día de la romería y se luce este día. «A partir de mañana y durante toda la Novena, hasta el 17, la gente lleva uno que varía en función del color del manto de la Virgen, que este año será celeste. La gente lo lleva en el pecho o en la solapa durante todo el día, para ir a la compra o para salir a cualquier sitio y una vez terminan los cultos, se lo quitan y no se vuelve a lucir hasta el año que viene», explica Gavira.
Apoyada por los miembros de su Junta de Gobierno, la hermana mayor, ha encabezado las distintas visitas que se han realizado a lo largo del recorrido como a la prioral de Santa María o al convento de las Clarisas, donde las hermanas han dedicado un canto a la Virgen.
En el recorrido por el pueblo han sido varias las 'petaladas' que ha recibido la carreta del Simpecado, un templete del siglo XVIII, tirado por bueyes con unos frontiles labrados con azucenas y una estrella, y con más de 140 varas de nardos, única flor blanca elegida para esta efeméride.
El sonido de la flauta y el tamboril de Diego Carrión anunciaba el paso de la carreta. Más de diez años lleva tocando ante el Simpecado y, con emoción, comentaba que no podía explicar con palabras lo que sentía siendo tamborilero de Gracia: «es complicado, sobre todo para mí que soy mariano y muy devoto».
Y quienes esperaban, se asomaban y se preparaban para el paso del Simpecado. Era el caso de Eduardo Buzón, un ebanista del pueblo, que a sus casi 97 años no falta a la cita y que recuerda de siempre la romería. «Me encanta, es uno de los mejores días de mi pueblo y hay que estar con Ella», declaraba.
Cortejo
El recorrido de la romería, por el centro de la localidad, deja bellas estampas ya que el cortejo pasa por monumentos y lugares históricos. A este atractivo entorno se le suma el júbilo que invade a todo el que va tras la carreta y participa de esta festividad, una alegría contagiosa que no deja indiferente a nadie.
Es el caso de los integrantes de la peña CD Santa Ana, un club deportivo que celebra su 50 aniversario, y que han decidido adornar su carreta con flores azules – color corporativo- y amarillas, simulando al oro, el tono de las bodas de oro, afirma su presidente, Rafael Romero. Las mujeres llevan todas un traje del mismo tejido, azul con lunares de otro tono azul, y con diferentes hechuras que han confeccionado ellas mismas. Y es que como el presidente asegura «lo mejor es que estamos más de un mes preparando todo y nos reunimos a diario, hay una convivencia muy bonita entre todos. Lo que queremos es seguir apoyando las tradiciones de nuestro pueblo y que la gente joven siga viniendo».
En este sentido, hay que resaltar la carreta del Grupo Joven de la corporación, una reunión con más de 80 personas y donde reinaba el cante y el baile así como el de otros muchos adolescentes y jóvenes que formaban parte del cortejo romero.
Rafael Jalón, hermano de la hermandad, portaba su medalla con el cordón blanco y sostenía en brazos al pequeño Curro Muñoz, de tres años, su ahijado y con el que comparte medalla de plata grabada. «Se la regalé cuando nació y así se mantiene y se hereda nuestra devoción», decía mientras el niño contemplaba con cara de asombro a los caballistas, perfectamente ataviados.
Representación
Autoridades políticas, fuerzas de seguridad y los hermanos mayores de las hermandades del pueblo con el presidente del Consejo de Hermandades, caminaban delante del Simpecado.
El alcalde de la localidad, Juan Ávila, ha agradecido a «todas las personas y a la hermandad de la Virgen de Gracia la labor realizada en estos cien años para mantener viva esta tradicional romería que es el mejor prólogo para nuestras fiestas patronales». «Desde el Ayuntamiento también colaboramos con nuestra romería, estableciendo un amplio dispositivo de tráfico, seguridad y limpieza para que los carmonenses y los visitantes disfruten de una jornada en la que además, en los últimos años, está experimentando un nuevo impulso gracias a hermandades, peñas, caballistas, grupos de jóvenes, ...», añade.
El presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Francisco Perea, aseguraba que era «un día especial y un año especial preámbulo de las fiestas y de la Novena con la que se vuelcan los carmonenses. Es un día de hermandad absoluto donde se comparten muchas cosas. Y apreciamos el número de jóvenes que hay, algo que se debe a la tarea de la junta de gobierno de la hermandad. Con ellos, la tradición se ha renovado y eso nos indica que la romería se perpetuará».
Al paso de la carreta, lágrimas de emoción de quienes se agolpaban por las calles para contemplarla, rezos en voz baja, aplausos, vivas y momentos de intimidad con Ella con un comentario generalizado, como el de Carmen García González y Carmen Ruiz Matas: «va preciosa, qué bonita, tenemos muchísima Fe en Ella y ya estamos deseando que llegue la Novena, vamos todos los días porque nos encanta».
El sonido de la campana de la Ermita anunciaba la llegada de la carreta del Simpecado. Durante la jornada, la gruta en la que apareció la Virgen ha permanecido abierta y ha sido visitada tanto por carmonenses como por visitantes y devotos que ya no viven en el pueblo pero que regresan para esta fecha tan especial.
Las carretas han pasado ante el Simpecado. A continuación, este ha sido trasladado al altar y ha comenzado la jornada festiva.
Fervor, alegría, fe, devoción, hermandad, tradición, presente y futuro han marcado la romería del centenario, que es el pórtico de los días grandes de Carmona que, sin duda, son llenos de Gracia.
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