gota a gota
«Si los pasos no pueden salir con costaleros, mejor que no salgan»
Manuel Vizcaya. Capataz y hermano mayor de Madre de Dios del Rosario.
José Cretario
Tiene claro el recuerdo de cuando estudiaba EGB y llegaban los viernes. Ese era el día en que su padre, Juan Vizcaya Vargas, ensayaba con la incipiente cuadrilla de San Gonzalo. El chaval que estudiaba en los Maristas se llevaba toda la semana aguardando hasta ... que llegara ese momento. Aunque en aquel tiempo era solo un niño, le queda la manera de mandar de su padre al que perdió en 1976 cuando tenía solo 11 años. Ahí probablemente agarró en Manuel la semilla de su oficio de capataz. «Muchas de mis voces de mando -dice-son las de mi padre. Las llamadas, el tos por igua, el énfasis, todo eso lo aprendí de mi padre. Cuando tienes tan claro un modelo no te fijas en otras personas. La técnica y el conocimiento sí las he aprendido otros maestros que me aconsejaban y también me sirvió de mucho haber estado 20 años bajo el Soberano Poder de san Gonzalo para conocer este mundo desde abajo.»
Médico estomatólogo de profesión, casado con la compositora y activista animalista María Luisa Palomares, amante de los barcos, de los caballos y de la meditación de las culturas orientales, Manuel Vizcaya es capataz en La Estrella, Montesión y Pasión y Muerte. Su condición de sanitario le genera incertidumbre acerca de cómo será la próxima Semana Santa. «Todo apunta a que como está evolucionando la pandemia la situación no va a ser positiva-piensa. Espero que el 90 % de la población este vacunada y esta enfermedad se mantenga como una gripe. Que se vea más positivo convivir con ella haciendo la vida normal que con restricciones. Pero hay que tener claro que el Covid-19 no se va a erradicar y menos esto que es un supervirus sintético, no es un virus normal», …
Probablemente si se sale en 2022 los costaleros tendrán que hacerlo con un test previo. Pero se trata de un colectivo que por lo general es reacio a las pruebas médicas. «Los costaleros saben que un traumatólogo no te va a aconsejar que salgas. Nadie de los que conocemos tiene una espalda en condiciones, porque hay desviaciones que son comunes como la escoliosis, la lordosis o las hernias discales, fruto del desarrollo humano; nadie tiene una espalda perfecta. Más que a enterarse de las lesiones, el costalero le tiene miedo a que algún familiar le digan que ya no se sale más. Yo personalmente si me entero de que alguno tiene por ejemplo un problema cardiaco no es que le aconseje abandonar, es que le prohibiría salir salvo que me traiga un informe de su médico. Y yo sé que no hay ningún médico que en condiciones normales le firma a una persona no sana un informe asi.» Vizcaya no es, en este sentido, partidario de poner edad al final del trabajo debajo de los pasos. Asegura que: «tengo costaleros con 55 con una preparación física extrema y gente de 35 que el único deporte que hace es ver la tele. El costalero mayor te desarrolla mejor trabajo que el joven por muy fuerte que este. El trabajo no es solo levantar kilos sino llevarlos. El esfuerzo del costalero es de resistencia no explosivo. Los jóvenes se desfogan en las primeras horas pero la madurez y la templanza que te dan los años de oficio te permiten desarrollar el trabajo mejor que al costalero joven. Es el capataz es el que tiene que decirle a su costalero cuando se debe retirar.»
Uno de los rasgos de la Semana Santa contemporánea es la extrema lentitud de los pasos que provoca también la ralentización de los cortejos y el consiguiente estiramiento innecesario de las salidas procesionales. «Creo - indica- que lento se puede ir pero solo en ciertos momentos. Yo en mis cuadrillas hago cambios pero rompiendo a andar que es cuando sorprendes. Los cambios deben ser un adorno del paso pero no algo continuado porque hay unos horarios que cumplir y un recorrido que hacer. Los hombres de abajo necesitan andar y respirar, y el costalero solo respira si anda. Cuando están sobre los pies se le van hundiendo los pulmones. Los palios se mueven con pasos más cortitos pero siempre tienen que avanzar porque si no machacas a la gente.» Su padre fue el creador de un movimiento, el izquierdo por delante, que nacido en San Gonzalo ha generalizado su uso no ya en Sevilla sino en toda España ya que cada vez hay más poblaciones que adoptan el sistema de cuadrillas. « Tengo amigos de Cádiz - asegura- que querían meter el costal en sus cuadrillas. Personalmente les he hablado en contra de estas pretensiones. Siempre digo que hay que cuidar las formas de cada sitio; la de Sevilla no es la mejor ni la más bonita, es una más.» Sobre el actual estado general de las cuadrillas piensa que «la inmensa mayoría de los pasos suele ir bien. Pero hay algunos que quieren demostrar no se qué o competir, y los ves que van sin pies ni cabeza. Hay pasos que aburren. Cada vez se va evolucionando más pero hubo épocas en las que se veían muchas pruebas de fuerza, fanfarronear de la fuerza, me voy a llevar 26 minutos con el paso arriba. Aquí nos e trata de eso, se trata de conocer el oficio. Hay martillos que se ponen en las manos de gente que no tienen el conocimiento necesario»
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