Las representaciones del Cachorro en el cartel de la Semana Santa de Sevilla

En todos esos años el Cristo de la Expiración del Cachorro ha estado presente en varias ocasiones, en concreto en tres: en 1996, 2017 y 2022. Francisco Borrás, José Cerezal y Manolo Cuervo sus autores.

Tres pinturas con un concepto diferente en cada uno de ellos, rompiendo moldes. A estos tres habría que añadirle el editado por el Ayuntamiento de Sevilla en 1984, obra de Rolando Campos.

Francicsco Borrás ejecuta el cartel de la Semana Santa de Sevilla de 1996, representando por primera vez a una de las grandes devociones de la ciudad, el Cristo de la Expiración del Cachorro. Lo pintó en el cielo, sobre el puente de Triana y el Guadalquivir, creando una gran revolución en este trabajo.

Algo más de veinte años pasaron para volver a ver al Cachorro en esta cartel. José María Jiménez Pérez-Cerezal fue el autor en 2017, utilizando una de las técnicas menos vista en este tipo de cartelería, el fauvismo o puntillismo un estilo que no busca la perfección, sino que expresa sentimientos a través de un juego cromático en el que se plasman colores que buscan llamar la atención y la diversidad marcando los contornos con líneas oscuras. Es un movimiento que nació en el siglo XX y que ha sido utilizado por grandes pintores como Henri Matisse, André Derain, Maurice Vlamink, Pablo Picasso, y ahora en el cartel de la Semana Santa de Sevilla y en la mayoría de las obras del cartelista.

Ahora, cinco años más tarde, ha llegado el de Manolo Cuervo , un cartel que sin duda será de los más recordados por su originalidad. El pop art, fiel a su estilo de transmitir el arte, reflejando la explosión de colores, plasmando la fe y el fervor de un pueblo tan necesitada de religiosidad popular tras dos años sin Semana Santa a causa de la pandemia.

Ante de todos estos carteles, el Ayuntamiento de Sevilla editó uno de Rolando Campos con el Cachorro, haciendo un collage de fotografías sobre un dibujo, hecho a base de grafisinos, una obra que en 1984 creó mucha polémica. Las imágenes pertenecen al libro, editado en 1947, de Luis Arenas.