Tres Barrios
El Gran Poder inaugura su tiempo fuerte
La misa de 20.30 del viernes es el último culto en la basílica hasta el domingo 7 de noviembre
Recorrido y horario del traslado del Gran Poder en su traslado a los Pajaritos
Sigue en directo el minuto a minuto del traslado del Gran Poder a Los Pajaritos
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Iniciar sesiónLa misa estaba más concurrida que nunca en el último año y medio, de eso no hay duda alguna porque las cautelas sanitarias habían impedido ocupar los bancos al completo hasta hace bien poco. Hermanos y devotos de Jesús del Gran Poder ... se apiñaban en la basílica en el último acto de culto en el templo hasta el domingo 7 de noviembre en que el Señor esté de vuelta de su misión evangélica en los Tres Barrios.
Plantado en medio del presbiterio, más cerca que nunca de su pueblo, los fieles rezaban el salmo del día de Santa Teresa , que no podía ser más apropiado: «Señor del universo, ¿quién como tú? El poder y la fidelidad te rodean». El poder que personifica la talla de Juan de Mesa cumplidos los cuatrocientos años y la fidelidad de su pueblo reunido en torno a sus andas de salida.
Esa misa de clausura inauguró el tiempo fuerte del Gran Poder, un tiempo extraordinario en el que la basílica permanecerá cerrada y en el que sus dos sagrarios (el del altar mayor y el de la capilla sacramental) estarán vacíos de Dios durante tres semanas. El propio rector del templo, Borja Medina, lo anunció al término de la misa: «Nos hemos quedado sin el Santísimo Sacramento del altar porque lo hemos consumido todo».
Sólo hay un día en todo el año litúrgico en el que los sagrarios se abren de par en par y la presencia de Jesús sacramentado desaparece: el Viernes Santo (con su prolongación hasta la vigilia pascual) en que se vela el cuerpo de Cristo muerto durante el grande y santo sábado. Pero, desde ayer, la basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder vive un particular viernes santo en octubre , desnuda y vacía de la presencia sacramental de Dios, y este sábado, sin la presencia material de la talla que la hermandad venera.
Fue admirable el fervor con que se siguió la misa pese al trajín de curiosos y cazadores de instantáneas que deambulaban hasta el mismo momento de comenzar el oficio. Pocas veces en los últimos meses han resonado las respuestas de la asamblea con la rotundidad que ayer se dejaba oír.
En su homilía, el padre Borja hiló una prédica en torno a tres verbos de la Palabra leída : revelar, alabar y contar. Fue como el mensaje de envío a los misioneros del Gran Poder. Revelar porque será la gracia de Dios la que infunda en cada corazón de quienes contemplen el tránsito del Señor por las calles la «palabra de ánimo, de aliento, de entusiasmo» que cada quien necesite. Pero «sólo en los humildes y sencillos de corazón podrá hacerse presente el Señor». De otro modo, «sí, habrán portado la hechura pero no habrá entrado en su corazón».
La alabanza sucede a la revelación de Dios , al encuentro con Jesús eucaristía vivo: «Alabar una vez que me ha abrazado y mi palabra, mi vida, mi testimonio se convierte en una alabanza porque Tú te has revelado», dijo el oficiante.
Por último, contar, que es lo propio de los periodistas y por eso, con este texto, quedará constancia para las generaciones venideras de que «contaré a mis hermanos las maravillas». El padre Medina se remontó al Deuteronomio 6 para desgranar el mandamiento de la 'shemá' ('Escucha Israel') que implica amar a Dios con todo el corazón, toda el alma y todas las fuerzas y luego exhorta a repetirlas a los hijos. «Contaré a mis hermanos las maravillas de que yo llevé al Señor», dijo antes de plantear el nudo central de su homilía: «Llenaremos páginas de un álbum con fotos, llenarán páginas los medios de comunicación, pero la pregunta es si Jesús del Gran Poder ha entrado en mi corazón, en mi vida, en mis entrañas o lo he vivido como un acontecimiento más».
Para ello, invitó a vivirlo desde la gracia sacramental , para que la misión no se quede sólo en una hermosa sucesión de instantáneas sino apele directamente a la conversión permanente de cada devoto del Gran Poder. Claro que, también para confesarse, habrá que seguir al Nazareno hasta la parroquia de la Blanca Paloma, donde desde este sábado estará esperando a sus fieles con la alegría del Resucitado en una pascua otoñal en vez de florida.
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