Saiz Meneses cuadruplica la frecuencia de procesiones extraordinarias autorizadas por Asenjo en Sevilla
En sólo cuatro años como arzobispo, el actual prelado ha aprobado la salida por motivos extraordinarios de veintitrés pasos más que su predecesor en once
La Esperanza de Triana ha celebrado quince procesiones en menos de un año
La Esperanza de Triana ante la Virgen de los Reyes en la Magna
El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, pese a llevar sólo cuatro años al frente de la archidiócesis, ya ha superado —y con creces— las procesiones extraordinarias que se aprobaron durante todo el pontificado de monseñor Juan José Asenjo en la capital ... hispalense. De hecho, el actual prelado cuadruplica la frecuencia de su predecesor.
Si en los once años de Asenjo (2011-2021) se dio luz verde a que salieran 47 pasos sólo en Sevilla capital, la cifra asciende hasta los 70 en los cuatro de Saiz Meneses (2022-2025). Si se mantiene la tendencia actual, cuando el actual arzobispo alcance los mismos años de pontificado, las cifras rondarían los 193 pasos en la calle de forma extraordinaria.
Los llamativos números expuestos sobre estas líneas incluyen los catorce pasos del Vía Crucis de la Fe de 2013 (aunque no pudieran salir por la lluvia), los quince que se incorporaron al cortejo del Santo Entierro Grande en 2023 y los ocho que formaron parte de la procesión de clausura del Congreso de Hermandades y Piedad Popular del pasado año. No se han tenido en cuenta las salidas en andas (como las del Gran Poder o la Esperanza de Triana durante sus misiones evangelizadoras), sólo las procesiones de imágenes en sus pasos.
Aun dejando a un lado las dos ocasiones que más pasos pusieron en la calle el mismo día, la frecuencia de procesiones extraordinarias de uno y otro arzobispo es muy desigual. Mientras que con Asenjo salían de media tres pasos de forma extraordinaria por año, con Saiz Meneses se echan a la calle nada menos que 13,75, un 358,33% más. Prueba de ello son los dos últimos años, en los que se ha superado la decena de hermandades diferentes con procesiones extraordinarias (algunas de ellas con varias salidas), registrándose al menos una cada semana entre septiembre y diciembre.
El 67% de los pasos que han salido de forma extraordinaria lo han hecho fuera de los parámetros objetivos del decreto regulador
Pese a las diferencias tan abultadas, las reglas del juego no han cambiado. El célebre decreto regulador de las salidas extraordinarias firmado por Asenjo en 2015 es el que rigió la política de cultos externos durante su pontificado, y también el que sigue sobre la mesa cada vez que llega una solicitud a Palacio. La diferencia no radica en que hayan aumentado de forma exponencial los aniversarios de erecciones canónicas y coronaciones, sino en que se aprueban muchas más salidas por el criterio de la «especial relevancia eclesial» o el «gran interés pastoral» que antes. El 67% de los pasos que han salido a la calle autorizados por Saiz lo han hecho en base a dicho criterio.
Así, en los últimos años se ha abierto la veda a extraordinarias por motivos muy variopintos, y no sólo en lo relativo a las cada vez más populares misiones evangelizadoras. Por poner un ejemplo, el Cristo de San Agustín y la Virgen del Socorro salieron el año pasado por haber participado en la exposición 'Sedes hispalensis: fons pietatis' de la Catedral.
El Santo Crucifijo de San Agustín de regreso a San Roque
Precisamente, la gran muestra que contó con las mencionadas imágenes fue uno de los actos ideados por el propio arzobispo dentro del amplio programa del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular de Sevilla, cuyo colofón fue la multitudinaria Magna en la que participaron, por expresa invitación de Saiz Meneses, las mayores devociones de Sevilla, con su respectivo traslado previo. Todo ello provocó que hubiera pasos en la calle a las mismas puertas de la Navidad, con un crucificado avanzando bajo la iluminación propia de las fiestas un 21 de diciembre.
Asenjo, de menos a más
Con la salvedad del Año de la Fe en 2013, que se unió a las efemérides de las Cigarreras y los Gitanos, los primeros años de monseñor Asenjo al frente de la Archidiócesis de Sevilla se caracterizaron por la austeridad en lo que al culto externo se refiere, con una extraordinaria por año en 2011, 2012 y 2015; mientras que en 2014 hubo tres procesiones de este tipo.
A partir de 2016 comenzó un cuatrienio de coronaciones canónicas y la frecuencia de las salidas extraordinarias aumentó. Aunque el decreto regulador se firmó el año anterior, esto se explica en que la mayor parte de las procesiones que vinieron en adelante se acogían a los criterios del mismo, con excepciones muy concretas como la del Cerro en 2018 por el 75 aniversario de la parroquia, frustrada por la lluvia o una enmarcada dentro de un evento de auténtico interés pastoral que sentó precedente: la misión del Gran Poder, trasladada de 2020 a 2021.
La 'fiebre' de las procesiones
Con la llegada de Saiz Meneses, no sólo se continuó la tendencia más aperturista hacia las procesiones extraordinarias de los últimos años de Asenjo en el Palacio Arzobispal, sino que se disparó hasta niveles insospechados. De las salidas autorizadas en 2022, de nuevo la de los Dolores del Cerro no cumplía los requisitos de efemérides recogidos en el decreto, ya que respondía al centenario del barrio, como la de las Aguas del Museo, por los 250 años de la dolorosa.
Sin embargo, el año siguiente hubo muchas salidas al margen de esos criterios objetivos: la de la Milagrosa para recibir la granada de oro de la Orden de San Juan de Dios, la de la Virgen de las Angustias por el I Congreso Nacional de Hermandades de los Gitanos, la del cincuentenario de la Virgen del Patrocinio y la del Sagrado Corazón de Nervión por el 125 aniversario de la consagración de Sevilla a dicha iconografía. Por su parte, el 775 aniversario de la restitución del culto cristiano en la ciudad se celebró con el Santo Entierro Grande y con la procesión de San Fernando y la Virgen de Valme.
La Virgen del Rosario de la Milagrosa en su extraordinaria
2024 estuvo marcado por el congreso y la Magna, pero hubo muchas otras extraordinarias, entre ellas varias que tampoco recoge el decreto: la del Pilar por el encuentro nacional de filiales, la procesión magna de las hermandades del Parque Alcosa por el cincuentenario de la parroquia o los 25 años de la hechura de la Virgen del Amor de Pino Montano, que tuvo su propia misión.
Pese a lo abultado del calendario de 2025, sólo las extraordinarias por los trescientos años de la Amargura en San Juan de la Palma y los 75 años de la proclamación del dogma de la Asunción con la Esperanza de Triana —cuya misión justifica el interés pastoral— están fuera de los parámetros objetivos del decreto regulador. Podrían haber sido más, pero se denegaron las salidas solicitadas por San Gonzalo y los Gitanos.
No obstante, panorama para los próximos años pinta similar, ya que está aprobada la extraordinaria de la Virgen de la Divina Gracia de Padre Pío por el 25 aniversario de su parroquia y hay otras en camino, como la del Señor de San Esteban por el centenario fundacional. Este último caso sí lo contempla el decreto, a diferencia de otros tantos ya mencionados que, gracias a esa ambigüedad de la «especial relevancia eclesial y gran interés pastoral» salen adelante colapsando un calendario cofrade que por sí mismo es amplio e intenso con los cultos y salidas anuales de las hermandades.
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