glorias sevilla 2025
El Sagrado Corazón de Jesús: luz y consuelo de Nervión
San Antonio de Padua recorrió la feligresía de San Lorenzo el día de su festividad
El calendario de las cofradías de Sevilla sigue su curso sin apenas descanso semana tras semana. En el segundo viernes de junio, justo antes de la semana del Corpus y tras la finalización de la romería del Rocío, fueron dos las imágenes que salieron en procesión por las calles de la ciudad: San Antonio de Padua y el Sagrado Corazón de Jesús.
El 13 de junio es un día especialmente señalado en la sede de la hermandad del Buen Fin, al celebrarse la festividad de uno de sus titulares y del propio templo: San Antonio de Padua. Es una jornada marcada por la renovación de la profunda devoción que los fieles profesan a esta imagen. Buena muestra de ello es la eucaristía previa a la procesión, que se celebra con un templo repleto de personas, testimonio vivo del arraigo de esta celebración en el corazón de los devotos. Al término, nadie quiere quedarse sin recoger el pan de San Antonio, que es repartido por la corporación. Algunos devotos conservan tal preciado tesoro en sus hogares a lo largo de todo el año.
A las ocho y media de la tarde daba comienzo la procesión, que este año contó con una modificación en su recorrido debido a las obras que se están llevando a cabo en la calle Teodosio. Este cambio propició estampas inéditas, llevando al santo hasta la cercana parroquia de San Lorenzo, en el que fue, sin duda, el momento más significativo de la procesión. La música la puso la Centuria Romana Macarena que, como indicaban los hermanos asistentes, tocaban a un gran nivel a pesar de estar inmersos en mitad del mes de junio.
Mientras tanto, en Nervión, la devoción más antigua del barrio, el Sagrado Corazón de Jesús, recorría las calles de su feligresía. La imagen visitó numerosos hogares, reflejo de una devoción profundamente arraigada en esta zona de la ciudad y de gran importancia para todos sus vecinos. Todo ello es expresión de una fe auténtica, que no solo se manifiesta en la procesión, sino también en la constante visita de sus devotos cada viernes a la parroquia de la Concepción.
El amplio cortejo que acompañó al Sagrado Corazón de Jesús fue uno de los elementos más destacados de la procesión, con una notable presencia de jóvenes, signo alentador del futuro de esta devoción. La hermandad mostró, una vez más, su firme voluntad de buscar la excelencia en torno al Señor, cuidando cada detalle de la salida.
Al frente de la cuadrilla de costaleros estuvo la familia Villanueva, garantía de oficio y tradición bien entendida. El acompañamiento musical corrió de la Virgen de Reyes, interpretando composiciones clásicas, dedicadas al Señor y otras más modernas durante el recorrido, mientras que Pepe Santizo realizó la labor de encendedor.
El sol iluminó al Señor en los primeros compases de la procesión, que avanzaba por calles más estrechas y llenas de naranjos. En ese entorno, la imagen aparecía de repente entre las copas de los árboles, sorprendiendo al espectador justo cuando menos lo esperaba.
Caía la tarde cuando llegó el momento de acercar al Sagrado Corazón de Jesús a los enfermos del hospital de San Juan de Dios. El sol se ocultaba lentamente por el oeste, con el imponente Sánchez Pizjuán de fondo mientras la procesión avanzaba por las calles. Pero antes de este emotivo encuentro, la comitiva realizó una visita a la peña Antorcha, una institución profundamente arraigada en Nervión, que instaló un altar en homenaje al paso del Señor.
Con la llegada de la noche, el paso se adentró en el hospital para llevar la fe a quienes más la necesitan. Y para eso están las hermandades: para acercar a sus titulares a los corazones de sus fieles. Desde allí, la comitiva recorrió la parte trasera del hospital de San Juan de Dios hasta regresar a la parroquia alrededor de las doce y media de la noche.
A pesar del calor y la hora avanzada, un numeroso grupo de devotos acompañó al Sagrado Corazón en todo momento, porque nunca lo dejan solo. Lo necesitan cada día, y cuando la imagen abandona el templo por unas horas, ellos están ahí para arroparlo y mostrarle su cariño. En vos confío.
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