patrimonio
Las procesiones de impedidos de Sevilla
Han vivido tiempos mejores pero las hermandades luchan por mantenerlas a pesar de que las costumbres han cambiado en muchos vecindarios y el Centro está repleto de turistas
Los camarines barrocos de Estepa
La capilla de la Virgen de la Alegría de San Bartolomé
Comenzó el tiempo de Pascua y tras las estaciones de penitencia de la Semana Santa, empiezan a desarrollarse las procesiones de impedidos en las hermandades sacramentales debido al mandato de llevar el Cuerpo de Cristo a las personas enfermas. Sin embargo, estos cortejos han vivido ... antes tiempos mejores y en la actualidad, no pasan por su plenitud. Cada vez hay menos vecinos sobre todo en el Centro histórico, los bloques de viviendas están llenos de apartamentos turísticos y las costumbres cambian entre los feligreses.
A pesar de todo, muchas corporaciones sacramentales puras o fusionadas intentan mantener estas procesiones que son en sí un patrimonio etnológico, así como histórico y artístico debido a que hay insignias íntimamente ligadas al Santísimo Sacramento como son el guión, el estandarte sacramental o el palio, entre otras.
El almanaque de procesiones de impedidos ya lo abrió la del Sagrario este pasado domingo llamado de la Divina Misericordia o de 'Dominica in Albis' y en las próximas semanas, habrá otros cortejos como el de la Sacramental de San Vicente el 18 de mayo o San Nicolás el 25 de mayo. Hay casos por ejemplo como el de San Julián y Santa Marina que ha pasado de ser una procesión eucarística a un Corpus como ocurrió en 2024 y sucedía hace 2 décadas mientras que en Omnium Sanctorum se acordó que si no había enfermos, el Santísimo Sacramento no salía a la calle.
Hay que recordar que este tipo de procesiones suelen abrirlas los carráncanos antes del guión sacramental (algunas piezas son del siglo XVIII mientras que otras son más recientes); les siguen hermanos con cera blanca o roja (aunque sólo tiene el privilegio de llevar cirios rojos la Sacramental del Sagrario, prácticamente todas las corporaciones con el Santísimo como titular la llevan de este tipo); más tarde, aparece el estandarte sacramental que también suele tener bordados de los siglos XVIII o XIX, los acólitos y el palio con el párroco portando el Cuerpo de Cristo.

La parroquia y la hermandad sacramental suelen organizar estas procesiones que se desarrollan hasta las vísperas del Corpus Christi siendo el domingo de la Ascensión y el de la Trinidad otras dos jornadas donde se concentran porque por ejemplo, San Gil y San Lorenzo suelen salir esos días visitando a los enfermos, a residencias de mayores o conventos.
Precisamente, la de San Lorenzo es una de las más destacadas porque la Soledad la prepara con esmero y con una importante participación de sus hermanos. En el cortejo, salen numerosas insignias como los simpecados de la Virgen de Rocamador, la cruz parroquial con la pequeña imagen de San Lorenzo o los numerosos faroles que custodian al palio y al Santísimo Sacramento.
Otras procesiones más alejadas del Centro son las que se celebran en barrios como Bami con el Corpus Christi o en el Carmen desde la parroquia de San Leandro. En estos lugares, se lucha cada año entre las hermandades y la comunidad parroquial para que perviva esta hermosa tradición y no perezca por el ritmo de los tiempos actuales.
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