En la víspera de la Asunción, en un tiempo en el que la Virgen de la Esperanza está en la primera de las fases de la su restauración, en esa anoxia que están llevando a cabo los servicios de la madrileña Samitech, la ... hermandad de la Macarena ha emitido un comunicado que en realidad lleva la tinta de Pedro Manzano, el encargado definitivo de la restauración de la Esperanza. El restaurador ha reconocido sentirse abrumado por la responsabilidad pero concienciado de la misión que la Virgen le pone por delante: la de recuperar el rostro previo a las actuaciones de Arquillo. De ahí que confiese llegar a la Virgen «con profundo respeto, consciente del valor artístico, histórico y devocional que Ella representa para Sevilla y todos sus fieles» de la dolorosa, ha aseverado.
«Sé que su ausencia temporal genera un sentimiento de anhelo en Sevilla y en todos los rincones donde Ella es querida», proseguía Manzano, con una fuerte carga emocional en lo planteado. «A lo largo de los próximos meses, esta labor y el compromiso que implica podrá constituir un tiempo de unión y esperanza, pero tengo un objetivo claro y prioritario: devolver a la Virgen su integridad estructural y expresiva, preservando esa esencia barroca del siglo XVII y sobre todo esa mirada tan reconocible y singular que ha trascendido por generaciones», abundaba seguidamente el escultor.
Del mismo modo, advertía Manzano que en cada paso pondrá toda su «atención, esmero y entrega, con rigor técnico, sensibilidad artística, devocional y un profundo respeto por la imagen, cuyo significado es tan profundo e inestimable para miles de personas en Sevilla y en todo el mundo», deslizaba. En el siguiente párrafo del comunicado, el especialista en Conservación y Restauración de Obras de Arte desde el año 1984 incidía en que «la Esperanza nos mantiene firmes en la prueba y nos fortalece en la espera».
Y lanzaba un deseo al aire que han tomado con agrado los macarenos en redes sociales. «Confío en que su regreso al culto llenará de alegría a todos los que la esperan, reavivando la fe, y con ello, estrechando aún más el vínculo entre quienes la veneran». Cerraba el escrito el restaurador de la Virgen de la Esperanza dando las gracias a la junta de gobierno de la Macarena «por proponerme esta bonita tarea, y cómo no, gracias a los hermanos por la confianza que me habéis depositado en esta difícil decisión, y por la devoción que sigue unida en torno a Ella». Firma Pedro Manzano Beltrán «con afecto y compromiso».
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete