¿A partir de qué fecha es fiable consultar el pronóstico del tiempo para Semana Santa de Sevilla?

Aun en un contexto de sequía como el actual, en el que cada gota de agua contribuye a paliar algo la situación crítica en la que nos encontramos, es posible que llueva en Semana Santa. Las fechas de celebración de la misma, al principio de la primavera, son propicias para ello. Sin embargo, y por mucho que haya portales que ya estén proporcionando los primeros pronósticos, es imposible hacerse una idea de cuál va a ser el tiempo que hará entre el 22 y el 31 de marzo con tanta antelación.

Son distintas las voces que se están pronunciando llamando a los cofrades a la calma, puesto que de nada sirve hoy por hoy consultar predicciones y comparar mapas. Uno de ellos es el físico de partículas Antonio Delgado, afincado en Indiana (EE. UU.), quien ha hecho hincapié en su cuenta de X (anteriormente denominada Twitter) en esta circunstancia: «No os guieis de las predicciones semanales o mensuales para haceros una idea del tiempo en Semana Santa. Queda mucha tela que cortar».

Delgado tuvo que señalar en varias ocasiones la nula validez de estos primeros pronósticos que han comenzado a compartirse y comentarse con la entrada de marzo. Lo poco que se puede extraer por el momento son las previsiones generales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para todo el mes, que auguran que será más cálido y húmedo de lo habitual.

En referencia a estos mapas de tendencias de la Aemet, el propio Antonio Delgado quiso aclarar que «no son predicciones ni se tienen que tomar como que va a llover en una determinada semana. Solo es una mera indicación. Hasta una semana antes no sabremos nada del tiempo en Semana Santa».

Para saber más acerca de los modelos que se manejan para el mes de marzo y desde cuándo podremos mirar al cielo pensando en nazarenos y pasos, ABC de Sevilla se ha puesto en contacto con el delegado territorial de Aemet en Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan de Dios del Pino, que ha dejado clara la fiabilidad de los pronósticos del tiempo para Semana Santa en cada uno de los escenarios posibles.

No tiene sentido observar previsiones para esas fechas hasta, al menos, diez días antes. Y solo si hay un anticiclón sobre la península ibérica, que no es una de las situaciones más habituales en la primavera, pero que, sin embargo, fue la dominante en la pasada Semana Santa.

Si, por el contrario, dominan las bajas presiones, como en el caso de «las borrascas atlánticas, que tienen más o menos el tamaño de la península, su fiabilidad es menor», y la anticipación se reduce hasta «unos cinco o seis días», puesto que se trata de una situación de mucha más inestabilidad atmosférica, por lo que el tiempo es más cambiante. Así, hasta la semana de pasión será imposible atisbar qué ocurrirá si las altas presiones abandonan los cielos de Andalucía. No obstante, con dicha antelación sí sería posible pronosticar con bastante certeza si estas bajas presiones se cerniesen sobre nuestra tierra.

Tanto los anticiclones como de las borrascas son «sistemas grandes, extensos, con mucha energía», que permiten previsiones con más o menos tiempo de antelación. Sin embargo, no siempre ocurre esto, lo que puede complicar los pronósticos para la Semana Santa en cuestión de días en incluso horas, como señala Del Pino.

Así, existe un tercer escenario, como es el de las danas, «depresiones aisladas de aire frío en altura, que tienen un tamaño menor que el de la península, un movimiento más errático» y, por tanto, mucha menor fiabilidad. Si la situación atmosférica se mete en este tipo de fenómenos, no se puede ver nada más allá de los tres días. De hecho, en gran parte de las ocasiones no quedará más remedio que ir día a día, siguiendo los pronósticos de las 24 o 48 horas anteriores a la jornada en cuestión.

Es el caso de mayor incertidumbre, y puede aparecer fácilmente en las semanas finales de marzo y primeras de abril. Últimamente afectó, por ejemplo, al Lunes y Martes Santo de 2022, pasados por agua. De hecho, el delegado de Aemet en Andalucía concreta: «En primavera, lo habitual es que o haya anticiclones o danas», por lo que la situación puede ser radicalmente opuesta en cuestión de semanas o días. El año pasado, por ejemplo, las altas presiones facilitaron unos pronósticos fiables y claros desde bien pronto.

Con todos estos datos, cuando aún quedan entre 15 y 20 días para el inicio de la Semana Santa, queda claro que es una quimera hacer cábalas sobre la situación meteorológica que habrá entonces. «Seguramente habrá pronósticos más de dos semanas antes que digan qué días va a llover y cuáles no, pero eso no tiene fiabilidad ninguna». En el más optimista de los casos, hasta mediados de la semana que viene no podremos comenzar a ver si las altas presiones dominarán las primeras estaciones de penitencia o habrá que seguir el pronóstico del tiempo jornada a jornada.