Entrevista
Nicolás de Alba Fernández, hermano mayor de la Hiniesta: «Siendo los terceros, estamos sacrificando cosas para nada»
El hermano mayor de la Hiniesta tomó posesión el pasado 2 de enero tras ganar las elecciones por 36 votos de diferencia
Nicolás de Alba gana las elecciones de la Hiniesta

Nicolás de Alba Fernández es el nuevo hermano mayor de la Hiniesta, cargo en el que toma el testigo de su padre. El profesor de la Universidad de Sevilla ganó las elecciones celebradas el pasado 15 de diciembre por 36 votos de diferencia ... respecto a la otra candidatura, y tomó posesión de su cargo el 2 de enero. En unos días afronta el comienzo de los cultos en honor al Cristo de la Buena Muerte y el frenesí de preparativos que, a partir de ahí, conducirán a la próxima Semana Santa.
El flamante hermano mayor atiende a este periódico para hablar de los proyectos de su junta de gobierno para el presente mandato, cómo afronta la próxima Cuaresma, los sucesivos cambios en la configuración del Domingo de Ramos y otras cuestiones relacionadas con la corporación de San Julián.
―Tomó posesión el pasado 2 de enero tras ganar unas elecciones muy reñidas entre las dos candidaturas en las que hubo además una alta participación. ¿Cómo se viven unos comicios de este tipo?
―Elecciones con más de una candidatura hay en muchas hermandades. Se afronta con mucha normalidad. En la Hiniesta hace ya bastante que lo normal es que haya dos candidaturas y, una vez pasan las elecciones, la hermandad retoma su pulso normal. El período previo es especial, porque estamos defendiendo proyectos y formas de ver la hermandad distintas, pero aquí todo el mundo tiene claro que hay una única hermandad con una única junta de gobierno, y todos remamos en el mismo sentido. De hecho, yo soy amigo de la inmensa mayoría de las personas que iban en la otra candidatura y de quienes les han votado, así que mantenemos una buena relación.
―Lo más particular de estas elecciones fue que tuvieron que aplazarse un mes y medio desde la primera convocatoria, algo que ha podido afectar al desarrollo de la campaña y a los plazos que tenían en mente para los preparativos de todo lo que se viene encima con el nuevo año.
―Sí, claro. El problema no fue exactamente con los votos, sino en cómo se solicitaron. Todas las solicitudes fueron por correo electrónico, y las instrucciones del Arzobispado eran que no podían ser por esa vía. Por eso hubo que repetir el período de solicitud del voto por correo. Eso ha alargado los plazos y ha hecho que nos metamos prácticamente en la Navidad, terminando todo el mundo muy cansado de las elecciones. Tampoco es lo mismo tomar posesión a finales de octubre que un 2 de enero, ya prácticamente a las puertas de los cultos del Cristo de la Buena Muerte. Nos pilla algo más atropellado el tiempo, pero prácticamente la mitad de la junta repite, el calendario está bastante establecido y el mecanismo funciona, así que no hay mayor apuro.
―¿Qué tiene de especial relevar en el cargo a su padre?
―Es muy especial. Es algo que no estaba previsto. Nunca me había planteado ser hermano mayor, pero cuando vimos la continuidad del proyecto, mi padre decidió no continuar como hermano mayor, y gran parte del equipo pensó que había que seguir y que la persona que debía encabezar la lista era yo. Si no esperaba ser hermano mayor, mucho menos esperaba serlo después de mi padre. También es cierto que es una gran responsabilidad porque, aunque está feo que yo lo diga, el saliente ha sido un gran hermano mayor. El nivel está muy alto, y ahora toca mantener esa línea. Es una gran responsabilidad, pero también algo muy bonito.
―¿En qué se basa este proyecto continuista para la hermandad de la Hiniesta? ¿Cuáles son las principales líneas de acción?
―Si distinguimos por áreas, hay un proyecto de vida de hermandad en el que queremos seguir dando pasos con la idea de que esta sea cada vez más abierta, que todos los hermanos tengan las mismas oportunidades y la misma capacidad de participación. En el ámbito del patrimonio, queremos hacer la peana de plata de la Hiniesta Gloriosa, que se quedó pendiente cuando hicimos el baldaquino; terminar la orfebrería del paso de la Hiniesta Dolorosa; y valorar un estudio sobre las posibilidades de restauración del manto de salida. Además, también queda terminar el paso del Cristo de la Buena Muerte, que es una obra inconclusa a la que sólo le faltan apliques de plata. Sin embargo, hay que hacer un estudio serio del proyecto original de Cayetano González para que el paso termine siendo lo que él concibió. Es un paso con mucha personalidad que está muy arraigado en la hermandad y la ciudad, y no sería cuestión de cambiarlo, sino de hacer que el paso sea de verdad lo que tiene que ser. En cuanto a la gestión, queremos seguir optimizando los recursos económicos, mientras que en caridad, pretendemos profundizar en convenios que ya tenemos con algunas entidades de manera que alcancemos un mayor impacto en los proyectos que ya realizamos.
―Con la Cuaresma ya en el horizonte, vuelve el debate sobre los cambios de orden y recorrido en la Semana Santa. El Domingo de Ramos quedó zanjado al acordarse la repetición del modelo de 2024, que no pudo probarse por la lluvia. La Hiniesta tenía pendiente recuperar el itinerario por Jesús de las Tres Caídas y la Alfalfa. ¿Se mantiene este año dicho cambio?
―Sí. Aunque no hemos tenido todavía ninguna reunión específica en materia de horarios e itinerarios, nuestra idea es repetir la propuesta del año pasado, que efectivamente es subir la cuesta del Rosario hasta Jesús de las Tres Caídas y cruzar la Alfalfa hacia Odreros y Boteros. Entiendo que la jornada lo respaldará, ya que no debería haber cambios.
―¿Está cómoda la hermandad con su lugar en la nueva configuración de la jornada, o sigue buscando otras soluciones que le permitan retrasar su puesto hasta el que tenía antes de cara a los próximos años?
―No estamos cómodos, porque saliendo del centro no tiene sentido que algunos nazarenos tengan que vestirse a las once de la mañana para estar en la iglesia a las doce y salir a la una. Es difícilmente comprensible. Además, estamos convencidos de que eso no resuelve los problemas del día, seguramente este año lo volveremos a ver. El hecho de que la Hiniesta salga en este puesto no arregla el día. Estamos sacrificando cosas para nada. Nuestra propuesta sería buscar alternativas que vinieran mejor al día, que las hay, que ya se han hablado en las reuniones, con un orden además que cumpla mejor la alternancia a la salida de la Catedral. La propuesta actual no sólo no elimina ese problema, sino que sigue habiendo tres hermandades seguidas una detrás de otra. Hay posibilidades para una alternancia real, y en esa alternancia, nosotros no tendríamos por qué ir en el sitio en el que vamos. Este año eso no tiene cabida, pero para futuras Semanas Santas habrá que hablar de esas posibilidades, como es lógico.
«El 15 de febrero, fecha de la partitura original de 'La Estrella Sublime', habrá un concierto de la Banda Sinfónica Municipal»
Nicolás de Alba Fernández
Hermano mayor de la Hiniesta
―El año pasado se celebró el cincuentenario de la coronación de la Hiniesta Gloriosa. Este parece más tranquilo, aunque existe otra efeméride de distinta índole como es el centenario de la marcha 'La Estrella Sublime'. ¿La corporación tiene previsto algún acto para conmemorarlo?
―Sí, estamos trabajando en un programa de actos que aún no está cerrado por el retraso de las elecciones. Pero ya te puedo confirmar que el día 15 de febrero, fecha de la partitura original de la marcha, habrá un concierto de la Banda Sinfónica Municipal. Tenemos que terminar de concretar el espacio y el horario. A partir de ahí, nuestra idea es desarrollar un programa de actos para conmemorar el centenario de esta obra que no es una marcha cualquiera. Es muy icónica y representativa de la Semana Santa contemporánea. Nuestra intención es hacer alguna mesa redonda, alguna exposición, probablemente un concierto más y alguna otra cosilla que podría haber.
―Al final del verano pasado, se habló desde ciertos sectores de la coronación de la Hiniesta Dolorosa, un bulo que quedó aparcado. ¿Es un anhelo dentro de la corporación, hay intención de solicitarla en un futuro próximo, o por el momento no se plantea en el seno de la hermandad?
―Tengo que decir que a mí me sorprendió muchísimo esa noticia que no era tal, porque se llegó a decir que la hermandad había iniciado el expediente, lo cual es absolutamente falso. No entiendo que algunos medios de comunicación digan las cosas sin contrastar nada. A mí me llegaron a decir que don Teodoro, el obispo auxiliar, lo iba a anunciar en la función del 8 de septiembre. ¿Pero eso cómo va a ser? La junta de gobierno no ha iniciado ningún trámite en este sentido. Mi impresión es que en la hermandad no existe esa inquietud ahora mismo. En el caso de que hubiera una inquietud fuerte entre los hermanos, lógicamente la junta tendría que plantearse este asunto. Pero no es algo que vaya a partir de la junta de gobierno. Nosotros estamos contentos como estamos, los actos del 50 aniversario de la coronación de la Hiniesta Gloriosa se han celebrado de manera brillante y ahora mismo esto no es algo que se hable ni que nadie abandere en la hermandad.
―Pese a la fecha tardía de la Semana Santa, los cultos de la Hiniesta empiezan como cada año en pocos días con el quinario del Cristo de la Buena Muerte, en cuyos preparativos deben estar ya inmersos.
―Sí. La Cuaresma en San Julián empieza la última semana de enero con los cultos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Ya lo tenemos todo preparado para el quinario, que empieza el día 27 hasta el 31. El sábado 1 será el viacrucis, que es el primero que hay en el curso cofrade por las calles de Sevilla, y el 2 tendremos la función solemne y el besapiés. Todo eso está ya organizado. A partir de ahí, todo se pone en marcha: ya hemos tenido reunión de acólitos, con los capataces, en breve con los diputados de tramo... Ya se va gestionando todo de cara al Domingo de Ramos.
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