Lunes Santo
El porqué de las decisiones dispares... y controvertidas del Lunes Santo
Una hermandad apresuró su regreso, tres se refugiaron, otra volvió sobre sus pasos nada más salir y cuatro suspendieron sus estaciones de penitencia

La lluvia ha sido históricamente un condicionante habitual de las estaciones de penitencia, y lo sigue siendo a pesar de los avances en las previsiones meteorológicas. Sin embargo, el Lunes Santo es una jornada que en los últimos años ha dejado situaciones más que ... peculiares por las variopintas decisiones tomadas por las distintas hermandades del día. Aún con el recuerdo de los acontecimientos vividos y las importantes mojadas de hace tres años, esta vez el agua volvió a dejar momentos de tensión e incertidumbre debidos a una situación complicada que indicaba agua en Sevilla por la tarde noche, como así acabó siendo.
El balance es de cinco cofradías que se pusieron en la calle y cuatro que no. De las que salieron, sólo una, el Beso de Judas, regresó a su templo tras llegar a la Catedral sin tener que refugiarse, si bien lo hizo recortando el recorrido, a un ritmo apresurado y con el Señor y Judas cubiertos con un capote. Otras tres tuvieron que buscar cobijo en distintos puntos de la ciudad ante la amenaza de agua al llegar la tarde noche, y una última, la de las Aguas, volvió sobre sus pasos con la cofradía recién salida a la calle tras caerle la primera lluvia del día. Pese a las previsiones más o menos claras, fueron situaciones muy dispares que dejaron estampas curiosas y, en algún caso, innecesarias.
La decisión más difícil fue la que tenían que tomar las hermandades de San Pablo y Santa Genoveva. Con sus salidas programadas a las 11.30 y 12.25, respectivamente, y sin que los pronósticos dieran agua hasta las ocho de la tarde, es harto complicado quedarse dentro y explicarles a los cientos de miembros del cortejo que no se va a salir a la calle. Más aún cuando son cofradías que pasan tantas horas fuera por sus recorridos tan largos, y que están acostumbradas a arriesgar.
Hay que recordar, además, que el año pasado fueron las dos únicas cofradías del Lunes Santo que no pudieron salir, y en esta ocasión asumieron el riesgo contemplando la posibilidad de refugiarse tras realizar sus estaciones de penitencia, como acabaron haciendo en el santuario de los Gitanos, los cofrades de San Pablo, y el Rectorado de la Universidad, los del Tiro de Línea. Los primeros se quedaron allí, mientras que los de Santa Genoveva tuvieron que volver por la noche, ya que el día siguiente salía desde allí los Estudiantes.
Más cofradías en la calle
El Rocío y San Gonzalo son las dos hermandades de la jornada con más arrojo a la hora de salir, como demuestra la hemeroteca. Las dos primeras cofradías en echarse a la calle en 2024 volvieron a hacerlo. La del Beso de Judas pudo volver a la iglesia de Santiago acelerando el recorrido de vuelta, mientras que la de Triana llegó a la Catedral y, ya sin las prisas de las siguientes cofradías que tenían que pasar por la carrera oficial, obtuvo refugio en el primer templo metropolitano, donde terminó pernoctando.
Por la tarde se truncó el Lunes Santo con decisiones contrapuestas. El anuncio de Santa Marta veinte minutos antes de su hora de no salir a la calle, cuando el agua aún no había hecho acto de presencia, causó extrañeza en algunos cofrades, pero fue secundado más tarde por las vecinas hermandades de la Vera Cruz y las Penas de San Vicente.
Cambios de opinión
En las Aguas, por el contrario, no terminaban de decidirse, cambiando de opinión varias veces en un breve lapso de tiempo. Primero, miembros de la junta de gobierno daban por hecho, como se había confirmado a este periódico, que la cofradía no saldría. Minutos después, a eso de las seis y media, se optó por poner el cortejo en la calle pese a manejarse los mismos partes meteorológicos que en el resto de corporaciones. Sin embargo, justo cuando la cofradía estaba ya al completo extendiéndose por el Arenal, llegaron las primeras lluvias y la hermandad, en lugar de continuar adelante, decidió volverse sobre sus pasos. El cortejo se abrió para que el paso de misterio diera una vuelta de 180 grados en la puerta del Arenal entre los aplausos de los cofrades y el desconcierto de los hermanos de las Aguas, que apenas estuvieron media hora en la calle con mojada incluida.
La hermandad les pidió disculpas a través de un comunicado en sus redes sociales, pero el daño estaba hecho. Podría haberse quedado dentro, como el resto de hermandades de su franja horaria, o haber seguido asumiendo cuál era la situación como habían hecho las primeras cofradías, pero finalmente llevó a cabo el quiero y no puedo de sacar los dos pasos para inmediatamente volver.
La última hermandad que quedaba por decidir, el Museo, apuró para suspender su estación de penitencia, aunque tuvo que acabar haciéndolo ante la previsión de que el frente descargaría en Sevilla hasta las once de la noche. Pese a ciertos paralelismos con el Lunes Santo de 2022, otra diferencia más fue que sólo Santa Genoveva volvió a su templo tras tener que refugiarse. Aunque no sea una novedad, no deja de ser llamativo que una misma situación atmosférica deje todo un abanico de interpretaciones y decisiones distintas que dejaron en evidencia una vez más la diferencia de criterio que hay entre unas hermandades y otras.
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