Se llama Daniel Sánchez, es abogado y lucha por sus vecinos del Polígono Sur: «La Esperanza aquí es un sueño hecho realidad»
Reportaje
Casos como el suyo, de prosperidad, realización y desarrollo, se cuentan por cientos en las distintas barriadas en las que estará la Virgen
La Esperanza de Triana, más cercana a los fieles en el presbiterio de la parroquia de San Pío X
Las dos devotas de la Esperanza de Triana explican la foto más viral de la misión: «Ella es lo más grande que hay en el mundo»
Sevilla
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Iniciar sesiónMisiones como la suya se encuentran por doquier a lo largo y ancho del Polígono Sur, aunque a veces no tengan todo el interés mediático que deberían. Reportajes y entrevistas a personas tan honradas y trabajadoras como cualquier otro vecino de cualquier barrio de Sevilla, ... puesto que se ha formado y se ha dedicado profesionalmente a lo que estudió, y estuvo en busca de oportunidades como las perseguiría hoy cualquier sevillano. Daniel Sánchez es de toda la vida del barrio de La Oliva y se ha convertido con el paso de los años en un abogado multidisciplinar que cuenta con raíces trianeras por parte de su padre, otrora trabajador de los astilleros, sin dejar de ser un notable devoto de Nuestra Señora de la Esperanza.
«Siempre era yo el que iba a su casa y ahora es ella la que venía a la mía, ¿y qué te puedo contar? ¿Qué supone para mí que la esperanza haya venido a verme? Pues es mi sueño hecho realidad, por fin mi sueño se ha cumplido», afirma a este periódico. Este sevillano es ampliamente conocido en redes sociales por ser 'Jurista cofrade'. Una responsabilidad, la primera, que compagina junto a una frenética actividad audiovisual en su perfil de X, en el que no ha dejado de emitir ningún segundo de vídeo y foto casi desde que la Esperanza de Triana llegó a la parroquia de San Pío X. Igual que sucederá con la parroquia de Jesús Obrero y todo lo que vendrá después.
Tras haberse formado en la Universidad de Sevilla, habiéndose graduado en Derecho, Sánchez es todo un abogado multidisciplinar que ha llevado temas relacionados con negligencias médicas, reclamaciones de contratos bancarios y otro tipo de asuntos laborales, todo ello para mejorar las condiciones de sus clientes, entre los que se encuentran algunos de sus vecinos de diversas barriadas del Polígono Sur. Pese a que lleva ya unos años desde que se mudó a Sevilla Este, este letrado sevillano aborda en los tribunales temas civiles y penales en su profesión sin dejar de ser un auténtico fervoroso de la dolorosa trianera.
«Esto lo venía yo augurando, tenía pálpitos desde hace al menos tres o cuatro años. Digo, a ver cuándo tengo la posibilidad de que ella venga a verme y que pueda abrirle las puertas de mi casa», pregunta retóricamente el jurista. «Cuando vi el recorrido que iba a hacer el día 4 no me lo creía. Dije no puede ser. ¿Va a pasar cerca de Nueva Europa? ¡Eso es al lado de mi casa!», cuenta que le dijo a algunos amigos de la corporación. «Aquí viven todavía mis padres, que tuvieron la oportunidad de poder disfrutar de su presencia. Le encargamos un ramo de flores impresionante y ellos sacaron su colgadura, la que yo pongo en Sevilla Este en mi balcón», refleja, antes de revelar una de las grandes anécdotas ocurridas el sábado en uno de los momentos más emocionantes ocurridos en ese primer traslado.
Quiero agradecer a @Mmbbbb___ por haber captado este momento y por haber hecho posible, entre otros tantos vecinos de las 3000, las letanías... que mi sueño se cumpliera: Que la Esperanza viniera a verme. Ahí me derrumbé, dejé mi cámara, me abracé a mi madre y a mi vecina 🥹🫂💚 pic.twitter.com/mwWiJ6bpvP
— Daniel. Jurista Cofrade 🏳️🌈⚖️ (@daniabogado) October 5, 2025
Recuperando la Esperanza
«Le abrí las puertas de mi bloque y la recibí como ella se merece: por todo lo alto», asegura el vecino de La Oliva. El abogado enfiló Nueva Europa y alcanzó la calle de Getsemaní, que fue una oda a la fiesta según la entiende Triana. Iba junto a su madre, María Antonia; y su vecina, Carmen Peña, quien portaba en su cabeza un turbante. La vieron Álvaro Sopeña, diputado de Cultos de la hermandad, y el capataz del Cristo de las Tres Caídas, Paco Ceballos, que detuvieron las andas en su presencia inmediatamente. Sopeña tomó la mano de Carmen, la vecina de Daniel, y fue ella la que hizo la levantá en ese tramo, no sin antes darle el ramo de flores y romperse en dos. «¿Y sabes qué?», sigue relatando Daniel. «Mi vecina perdió un poco la fe, así que he querido que recuperase la esperanza».
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